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Diada de Cataluña 2023: la Guardia Urbana cifra en 115.000 los asistentes a la manifestación, 35.000 menos que el año anterior

Cataluña celebra una Diada el 11 de septiembre marcada este año por las condiciones de los independentistas catalanes para negociar la investidura de Sánchez

Unas 115.000 personas han salido a las calles de Barcelona este lunes para celebrar la Diada, que en esta ocasión está marcada por las condiciones de los independentistas catalanes —centradas en una amnistía a los afectados por el 1-O— para negociar la investidura del próximo presidente del Gobierno español. Si el año pasado la Diada evidenció el malestar de un sector del independentismo con la apuesta de ERC por la vía de diálogo con el Estado, en esta ocasión los recelos entre independentistas se dirigen también hacia JxCat, que no se cierra a negociar la investidura de Pedro Sánchez.

Sin embargo, y a diferencia de ocasiones anteriores, la movilización de independentistas no ha sido tan masiva como en anteriores ocasiones. Se trata de la cifra más baja sin contar los años de la pandemia. El máximo histórico fue en 2014, donde se calcula que 1,8 millones de personas salieron a las calles. El año anterior, 2022, fueron un total de 150.000 asistentes, por lo que de un año a otro se han perdido en torno a 35.000 asistentes. La ANC, que cifró en 700.000 personas las que secundaron su convocatoria en 2022, eleva hasta los 800.000 los manifestantes de este año.

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Los tres partidos independentistas con representación parlamentaria —ERC, JxCat y la CUP— han llegado divididos a la cita, después de que Junts decidiera abandonar en octubre del año pasado el Govern de Pere Aragonès, en desacuerdo con su estrategia pactista en Madrid. Pese a que las relaciones entre las tres formaciones siguen marcadas por la tirantez, ERC y JxCat mantienen ahora posturas muy similares ante la investidura, abiertas a negociar si son atendidas sus reivindicaciones más relevantes, como la amnistía.

ANC pide "la independencia o elecciones"

En este contexto, la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Dolors Feliu, en el discurso de que ha culminado con la manifestación, ha exigido a ERC y Junts que la negociación para la investidura del presidente del Gobiern únicamente sea para que el Estado permita una independencia de Cataluña: "¡Independencia o nada! ¡Independencia o elecciones!".

"Ha de quedar claro que cualquier pacto en Madrid solo sirve si tiene efectos directos para conseguir la independencia", ha señalado Feliu, que ha avisado a los partidos independentistas de que "si no se atreven, que dejen paso y convoquen elecciones", para las que ha recordado que la ANC presentará una lista cívica independentista.

"La gente no pide investidura, la gente pide independencia"

La presidenta de JxCat, Laura Borràs, ha afirmado este lunes, antes de la manifestación, que los ciudadanos "no piden investidura", sino "independencia", y ha advertido de que los votos de su partido servirán "para resolver el conflicto", no para "apuntalar a gobiernos españoles".

En declaraciones en la plaza Letamendi de Barcelona en el arranque de la manifestación independentista de la Diada, Borràs ha apuntado que los conflictos políticos "se resuelven políticamente" y en estos momentos "hay una posible oportunidad" para resolver el caso catalán "porque el Estado necesita alguna cosa de los independentistas".

Borràs ha insistido en que Junts trabajará "en el marco que ha fijado" y que hará falta "un acuerdo histórico" para una posible investidura, a la vez que ha negado que su formación tenga "una nueva estrategia" hacia el Gobierno. La de este año, ha dicho, es una Diada "diferente", al ser la del impulso del independentismo.

Desde la cabecera de la columna de manifestantes que partía desde la Escuela Proa, en el barrio de la Bordeta, la vicesecretaria general de Feminismos y LGTBI y portavoz de ERC, Raquel Sans, ha apostado por aprovechar esta "oportunidad histórica" para "negociar la amnistía, la autodeterminación y el bienestar de la ciudadanía".

Sans ha hecho un "llamamiento a la responsabilidad" para que el independentismo sepa aprovechar esta "fuerza brutal" que tienen los votos de ERC y JxCat para decidir la investidura española: "Seamos todos responsables, conscientes de la oportunidad que nos han dado las urnas".

División por la ANC

Sin embargo, el factor divisivo lo aporta la Asamblea Nacional Catalana (ANC), entidad organizadora de la manifestación de cada 11 de septiembre desde el inicio del procés y que en los últimos años ha ido perdiendo fuelle por la desmovilización independentista. La ANC —presidida por Dolors Feliu e inmersa en una deriva de radicalización que la ha ido enfrentando a las estrategias de ERC y JxCat, que tilda de "autonomistas"— quiere convertir la movilización de este año en un clamor a favor de "hacer efectiva la independencia de Cataluña" y olvidarse de dar "estabilidad" al Estado.

En su manifiesto con motivo de la Diada, la ANC ha amenazado a ERC y JxCat con impulsar por su cuenta una "lista cívica" electoral si, en lugar de trabajar para "hacer efectiva la independencia", acaban apostando por investir al próximo presidente del Gobierno.

Siguiendo el mismo patrón que siempre, la ANC ha convocado para las 17:14 una manifestación en el centro de Barcelona, que en esta ocasión ha partido de cuatro sitios diferentes —Estación de Sants, sede de Hacienda, Ciudad de la Justicia y Escuela Proa— para confluir en plaza Espanya, donde habrá parlamentos. A las 18:00 ha arrancado de plaza Urquinaona la habitual manifestación de la CUP y otras fuerzas de la izquierda independentista, que culminará en el barrio del Born.

Los emplazamientos de partida de las cuatro columnas de manifestantes han sido escogidos por su simbolismo: la Ciudad de la Justicia para denunciar la "represión" contra el independentismo, la Escuela Proa para reivindicar la defensa de la lengua catalana, la Estación de Sants para protestar por la falta de inversión en Cercanías y la sede de Hacienda para denunciar un "expolio fiscal".

Las celebraciones se cerrarán con el acto institucional de la Diada, junto a las fuentes de Montjuïc, que tendrá como hilo conductor la defensa de la lengua catalana y al que está previsto que asista la presidenta del Congreso, Francina Armengol.

"La Guàrdia Urbana no ha cumplido lo pactado"

Minutos antes de que los manifestantes empezaran a caminar, desde los megáfonos situados en su punto final, en plaza Espanya, los organizadores han denunciado que la Guardia Urbana de Barcelona ha "incumplido" lo pactado. Según han dicho, a las tres de la tarde debería haberse producido el corte de tráfico para poder hacer las marcas y los caminos que deben seguir las cabeceras, pero han lamentado que esto no se ha podido hacer por el hecho de que no se ha cortado el tráfico.

Más allá de ello, y según ha asegurado la ANC, cerca de ochenta entidades independentistas han confirmado la asistencia a la manifestación de la Diada, repartidas entre las cabeceras de las cuatro columnas que confluirán en la plaza Espanya. Horas antes de la manifestación, la entidad preveía superar los doscientos autocares desplazados de toda Cataluña a Barcelona, "tras el crecimiento intenso y sostenido de estos últimos días".

 
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