Cuatro años y medio de cárcel para el exconseller Buch por fichar al escolta de Puigdemont
A la condena de prisión se suma nueve años de inhabilitación
Barcelona
La Audiencia de Barcelona ha condenado a 4 años y medio de cárcel al exconseller de Interior Miquel Buch, por fichar de asesor a un sargento de los Mossos d'Esquadra para que siguiera escoltando al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont tras su huida de España.
En su sentencia, la sección segunda de la Audiencia de Barcelona condena además a cuatro años de cárcel al sargento de los Mossos d'Esquadra Lluís E., uno de los agentes que ayudó a huir de España a Carles Puigdemont y al que Buch nombró asesor de Interior en 2018, tras la etapa del 155.
La Fiscalía pedía seis años de cárcel y 27 de inhabilitación para el exconseller, de JxCat, al que acusa de los delitos de malversación y prevaricación por el nombramiento arbitrario del sargento que hizo de escolta de Puigdemont, quien ejerció de asesor durante 224 días, en los que cobró 52.712 euros de fondos públicos.
En concreto, por el delito de malversación, la sala impone a Buch cuatro años y medio de prisión y diez y medio de inhabilitación absoluta, mientras que por el de prevaricación le condena a nueve y medio de inhabilitación especial para desempeñar un empleo o cargo público.
A las puertas de la Audiencia de Barcelona, adonde Buch ha acudido para recibir la notificación personal de la sentencia, el exconseller de Interior ha anunciado que, pese a que todavía no ha leído los argumentos de la resolución, tiene previsto recurrir una condena que considera "injusta".
"Recurriremos porque estoy convencido de lo que hicimos y cualquiera que viera el juicio sabe que este resultado es injusto", ha lamentado Buch, que fue conseller de Interior entre 2018 y 2022, en el gobierno de Quim Torra, y tuvo a sus órdenes a los Mossos d'Esquadra en las tensas semanas por las protestas de la sentencia del procés.
El exconseller ha añadido que la sentencia ha sido "extremadamente rápida, en solo un mes, porque agosto es inhábil", lo que le da la sensación de que "había mucha prisa" por condenarle.