Seis mossos aceptan un año de cárcel por una agresión racista a un joven negro en Manresa

Barcelona

Seis agentes de los Mossos d'Esquadra han reconocido hoy en el juicio que el 10 de enero de 2019 apalearon a un joven negro en Sant Feliu Saserra (Barcelona) en mitad de una inspección en un domicilio que estaba ocupado.

A cambio de una reducción de condena, que ha quedado en un año de prisión que no tendrán que cumplir, los agentes han reconocido que agredieron al joven y le amenazaron de muerte. De hecho, gracias a una grabación de móvil de la víctima, ha quedado acreditado que los seis agentes dieron una primera paliza al chico, que este se logró escapar inicialmente y esconderse en un viñedo cercano y que cuando al cabo de un rato volvió, los agentes todavía estaban allí y entonces le dieron una segunda paliza que duró media hora y que incluyó amenazas de muerte, de expulsión del país y numerosos insultos racistas como “negro de mierda” o “eres un mono”.

También ha quedado demostrado que mientras el chico huía hacia el viñedo, uno de los policías le disparó de lejos y que a su regreso, el propio agente le aseguró que había fallado el disparo expresamente y que, si hubiera querido, habría acertado y lo habría matado.

Aunque la Fiscalía pedía inicialmente seis años de prisión y doce de inhabilitación y calificaba los hechos como un delito de torturas, los seis mossos d'esquadra han visto cómo, a cambio de reconocer los hechos y ampliar la indemnización a la víctima hasta a los 80.000 euros (inicialmente la Fiscalía pedía 21.000), la pena que finalmente les ha sido impuesta es de un año de cárcel, seis meses de inhabilitación, la indemnización y la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 500 metros durante cuatro años.

La pena de prisión les ha sido suspendida por ser inferior a dos años y por no tener antecedentes penales, los requisitos que marca la ley por la suspensión.

La víctima acepta por no alargar más el proceso

La víctima, que actualmente está en prisión preventiva por estar vinculado a un caso de tráfico de drogas, ha mostrado su consentimiento a la reducción de pena para acabar con el proceso. Su abogada, Lorena Antón, de la entidad SOS Racismo, ha explicado a la salida del juicio que aunque la condena final no era el escenario ideal ni previsto, su cliente quería finalizar ya una causa “que ha estado llena de trabas judiciales”.

Lorena Antón ha añadido que la condena penal no puede ser el último episodio de este caso y ha pedido al Govern que expulse del cuerpo de Mossos d'Esquadra a los seis condenados.