"Fue un parto bonito aunque Gretel se hubiera muerto"
Jèssica y Paula han explicado cómo vivieron el nacimiento de su hija, que había muerto horas antes. La comadrona, María Llavore, ha reivindicado la importancia de escuchar a las familias para mejorar el acompañamiento que reciben.
"Va ser un part bonic, tot i que la Gretel no tingués vida"
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Barcelona
Gretel tenía 41 semanas cuando murió en el vientre de Jèssica, su madre: "Era nuestra hija y hoy tendría 7 meses". Paula, la otra madre de Gretel, ha recordado el shock de ese momento, ya que Jèssica había notado movimiento hasta el último momento. "Fuimos a hacer monitores y todo estaba bien, justo esa madrugada empezaron las contracciones", ha descrito Paula, "fuimos al hospital, le pusieron correas, pero nos dijeron que era demasiado pronto". Fue después de celebrar el cumpleaños de su otro hijo, Àrun, que volvieron al hospital ya con la intención de tener a Gretel, "pero no encontraron el latido".
Gretel había muerto, pero Jèssica tuvo que parirla, aunque en un primer momento solo pensaba en que la durmieran y le sacaran al bebé. ¿El parto? "Bonito, aunque Gretel se hubiera muerto". Jèssica recuerda cómo para ellas Gretel debía nacer y moverse, pero no lo hizo: "Fue difícil esa imagen". Además, también fue "reparador". Jèssica no tenía un buen recuerdo de su primer parto, el de Àrun. No se sintió "activa". Le pusieron una dosis tan fuerte de epidural que "no sabía cuándo tenía que empujar". Ahora agradece que le aconsejaran tener un parto, como parte importante para la recuperación y el duelo.
En el parto estuvo María Llavore, comadrona desde hace más de 20 años y ahora especializada en la muerte perinatal. El de Gretel es un parto que recordará siempre: "Fue una noche muy difícil". A pesar de todo, cree que acompañar a estas familias es "la esencia de la humanidad", porque "estas criaturas siempre dejan algo". Los partos son diferentes, porque la felicidad del nacimiento de un bebé pasa a ser un silencio, "un silencio muy hermoso". Para ella, lo importante es dejar fluir los sentimientos para convertir una situación que es muy dolorosa en amor puro.
El postparto
Después del parto, Jèssica y Paula pudieron pasar unas diez horas con Gretel. También fue su hermano, Àrun, y pudieron hacerse fotos los cuatro. Fueron unas horas muy importantes para la familia, ya que "es lo único que te queda al final". Para ser España, esas diez horas son muchas. De hecho, aunque están agradecidas, las dos madres opinan que serían necesarias mejoras: más tiempo y un espacio más cómodo para poder pasar unas horas con la criatura.
En algunos países del norte de Europa, destacan, está mucho más normalizado pasar tiempo con los bebés. En Suiza, por ejemplo, incluso pueden llevárselo a casa y pasar los días que necesiten con él, siempre con control desde el hospital.
Lo más difícil, sin embargo, fue volver a la rutina, al día a día, debido a muchos comentarios que han recibido como "al menos tienes uno" o "sois muy jóvenes". Jèssica y Paula han lamentado que palabras como esas "lejos de hacerte sentir mejor, te hacen daño, porque invalidan lo que estás sintiendo". De hecho, aseguran que "a veces es mejor un silencio o un ‘estoy aquí’ que dar consejos para que la persona se sienta mejor".
La muerte perinatal, antes y ahora
Ahora son muchas las comadronas como María que se han especializado en el duelo perinatal. Antes, "la gente no lo hacía porque tenía miedo", recuerda. Y ahora, gracias a las familias que explican lo que necesitan, los profesionales han podido aprender, formarse y, así, dejar de tener miedo. Ahora son la gran mayoría de las comadronas las que están formadas en este ámbito, el del duelo perinatal, y pueden acompañar a las familias a quienes se les ha muerto un bebé. En Cataluña, la tasa de muerte perinatal es del 4,68, la mayoría en el primer trimestre de embarazo, afectando a 1 de cada 4 mujeres embarazadas.
Ha cambiado el acompañamiento, y también el trato a las madres. Antes no se les dejaba ver al bebé, después lo veían en manos de las comadronas, y poco a poco las familias han conseguido que puedan pasar horas con su hijo o hija, hacerle fotos y así recordarlos, como hicieron Jèssica y Paula. Ahora, cada mes asisten a los Grupos de Ayuda Mutua de "Petits amb Llum" donde comparten experiencias y sentimientos con otros padres y madres a quienes también se les ha muerto un hijo.
Laura Polo Dalfó
Redactora, productora, reportera i el que faci falta a El Balcó de SER Catalunya. Graduada en Periodisme...