Artur Mas: "Sin la operación Cataluña, Convergencia seguiría existiendo"
El expresidente de la Generalitat considera que Junts acertó al investir a Sánchez, asegura que nunca se ha sentido en la papelera de la historia porque nadie lo expulsó, él decidió irse, y afirma que "si gana Junqueras hay más posibilidades de ver un nuevo tripartito en Cataluña que en otros escenarios".
Artur Mas: "Sense l'operació Catalunya, Convergència seguiria existint"
Barcelona
Artur Mas, expresidente de la Generalitat de Cataluña, abordó en una entrevista en Aquí Catalunya cuestiones clave sobre la trayectoria de Convergència, las implicaciones de la Operación Cataluña y el presente de Junts per Catalunya.
La Operación Cataluña y la caída de Convergència
Artur Mas no duda en señalar el impacto devastador de la Operación Cataluña, una estrategia llevada a cabo por el Estado, según él, con el objetivo de desmantelar el proyecto político de Convergència:
"La Operación Cataluña era una operación del Estado para destruir personas, ideas y proyectos que no podían ganar en las urnas. Sin esta operación, Convergència creo que seguiría existiendo", afirmó.
Mas vincula directamente este ataque con la confesión del presidente Jordi Pujol sobre el origen de su fortuna familiar, que, según el expresidente, fue determinante:
"Cabe decir que la confesión del presidente Pujol, que creo que se podría haber evitado, dio cobertura y credibilidad a un ataque durísimo que se hacía desde el Estado de manera ilegal e ilegítima. Lograron su objetivo, que era cargarse a Convergència."
Según Mas, Pujol no habría hecho esta confesión sin la presión de la Operación Cataluña:
"La confesión del presidente Pujol fue consecuencia de la Operación Cataluña. Sin eso, no la habría hecho nunca."
El impacto personal y político de la confesión de Pujol
Mas reconoce que el acto de Pujol tenía la intención de proteger Convergència, pero el resultado fue muy distinto:"El presidente Pujol, con la mejor de las intenciones, hizo aquella declaración. A veces se hacen cosas con la mejor de las intenciones y el resultado no es el bueno, no es el que esperas. La confesión era producto de la persecución que recibieron él y su familia. Es lo que provoca el cambio de rumbo por parte de Convergència. Pujol no solo era presidente de un partido o un gobierno, era un alma. A partir de su confesión, esto provoca un impacto, una herida."
A pesar de ello, el expresidente defiende que este tema pertenecía al ámbito personal de Pujol y no debería haber afectado al partido: "Era un tema suyo y de su familia, no tenía nada que ver con el partido. Era un dilema suyo, un dilema ético. No lo justifico, lo que digo es que explicarlo como consecuencia de la Operación Cataluña tuvo consecuencias."
El presente de Junts y el retorno de Convergència
Mas reflexiona sobre el papel actual de Junts per Catalunya, que ve como una evolución natural de Convergència. Destaca que Junts ha ido definiéndose progresivamente:
"Es evidente que Junts va tomando un camino, más que convergente o no, que empieza a poner los puntos sobre las íes, con temas que la gente necesita sentir representados."
El expresidente considera que Junts acertó al investir a Sánchez, aunque lanza una advertencia:
"Cuando haces un pacto de investidura y no de legislatura significa que sale un presidente. Y punto final. El gobierno debe buscarse la vida a partir de ahí. El equilibrio del círculo es muy complicado. Lo que ocurre en España es que, una vez agotada una cuarta parte de la legislatura, no hay temas que se aprueben."
Mas también cree que el futuro pasa por recuperar el consenso entre fuerzas de obediencia catalana y reforzar una estrategia conjunta: "No tiene sentido haber apostado por la independencia, haberse quedado con autonomía y perder la mayoría de partidos de obediencia catalana en tu Parlamento. Eso debe recuperarse y pasa porque Junts y ERC reconstruyan algunos puentes" y apunta a Junqueras como alguien más cercano a un tripartito: "Si gana Junqueras hay más posibilidades de ver un nuevo tripartito en Cataluña que en otros escenarios."
Finalmente, Mas señala que el legado fiscal de Convergència sigue marcando el discurso político actual:
"En este momento todos han vuelto al punto que defendía Convergència i Unió: el pacto fiscal. Cosas de la vida. Ahora lo llaman financiación singular. Se parecen mucho."
Además, advierte que Salvador Illa intentará captar los votos de los huérfanos de CiU:
"Donde ganaba Convergència es donde mayoritariamente gana Junts hoy. Siguiendo este hilo, si eso ocurría y ahora sigue siendo igual, los votantes están igualmente. Había gente que votaba CiU que hoy se siente huérfana y que necesita y anhela ser representada. Y ese es uno de los retos de Junts, y si no lo hace Junts, lo intentará el presidente Illa, lo intentó Aragonès y no lo consiguió..."
Artur Mas: el líder que no se siente en la papelera de la historia
Sobre su rol en el panorama político, Mas rechaza la idea de que haya estado "fuera de juego": "Se presupone que yo he estado en la papelera de la historia y yo nunca me he sentido allí. Yo me fui porque quise, nadie me echó."
Sin embargo, matiza que por ahora se siente cómodo sin militar en Junts:
"Aún no me he hecho militante de Junts. Ya he dicho que no lo descarto, pero mi prioridad no es hacerme militante de un partido. Ahora soy un expresidente de la Generalitat y eso me permite dirigirme a la población sin una etiqueta exacta."