El TSJC defiende que los familiares de solicitantes de eutanasia puedan recurrir ante la justicia
El alto tribunal catalán tumba el aval judicial a la muerte asistida de un hombre de 54 años cuyo padre se oponía a su muerte y devuelve el caso al juzgado para que se resuelva en un juicio

Entrada principal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en Barcelona / DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS - Archivo (EUROPA PRESS)

Barcelona
La justicia catalana se resiste a matar la batalla legal abierta en Cataluña entorno a la eutanasia y acaba de abrir un peligroso precedente. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña defiende que los familiares de solicitantes de la eutanasia pueden recurrir la muerte asistida de los suyos si no están de acuerdo con el aval médicos. Lo argumenta en una sentencia de la sala contenciosa, a la que ha tenido acceso la CADENA SER, en la cual el alto tribunal da la razón a la fiscalía y tumba el aval judicial a la muerte asistida de un home de 54 años cuyo padre se oponía a su muerte y devuelve el caso al juzgado para que se resuelva en un juicio.
"Los padres pueden tener un interés legítimo, aun cuando no resulten titulares de ese derecho a la vida ajena. Se trata de un interés propio que, incluso, puede entrar en colisión con las preferencias, en este caso del hijo", escribe el tribunal. "No cabe en modo alguno descartar de manera genérica e indiscriminada la legitimación judicial de los padres como ejercitantes de un interés legítimo —propio y no abstracto— en que sus hijos permanezcan con vida", añade. El Tribunal considera que esa legitimación incluye también familiares que tengan mala relación con sus hijos: "incluso en situaciones de desencuentro o conflictos familiares prolongados podría permanecer la esencia de la preocupación paternofilial (...): el afecto, el deseo de que su hijo se encuentre en las mejores condiciones posibles y el de que su bienestar esté garantizado".
A la práctica, la decisión implica devolver al juzgado la decisión sobre la muerte asistida de Francesc A., un hombre de 54 años que pedía morir después de sufrir cuatro ictus y dos infartos desde 2020. Los médicos y expertos le concedieron la muerte digna el verano pasado, pero su padre, de 93 años, lo recurrió ante el juez. Tras meses con la muerte asistida paralizada, la justicia le dio la razón en noviembre, concediéndole la muerte asistida : "Estamos ante una decisión eminentemente personal y que presenta un fuerte componente de autodeterminación de la persona", escribía la jueza Montserrat Raga que cerraba el caso al concluir que la relación familiar no es suficiente para recurrir la eutanasia de un hijo. "Si así fuera, cualquier resolución podría ser impugnada por parte de los familiares de la persona que pide ayuda a morir de forma digna, llegando a ser una prestación ilusoria y sin eficacia, o al menos con una eficacia demorada".
La fiscalía, sin embargo, se opuso y presentó un recurso ante el TJSC, que le acaba de dar la razón. El ministerio público pedía seguir con el proceso judicial para estudiar a fondo si el paciente cumple con los requisitos para morir dignamente. "A nuestro juicio", escribía la fiscal en el recurso, "tanto en este caso como con carácter general, el control judicial" debe ser considerado "la máxima garantía". Para la fiscalía, los familiares están legitimados en este tipo de procesos por ser "personas del entorno cercano al afectado que puedan conocer su evolución y circunstancias y, por tanto, estén en condiciones de discutir o poner en duda las premisas fácticas y los requisitos sobre los que se asienta el referido derecho prestacional".
La Generalitat, en contra de la judicialización de la eutanasia
La Generalitat ha defendido durante todo el proceso judicial la aplicación de la muerte asistida a los pacientes cuya solicitud ha recibido todos los avales médicos. "El derecho a la autonomía y decisión sobre la propia vida y la propia muerte es de la persona y, por lo tanto, no un tercero no puede actuar en su nombre y reclamar. Es un derecho individual e intransferible y no consideramos que terceros puedan interferir", defendió este lunes Clara Pareja, directora General de Ordenación y Regulación Sanitaria del Departamento de Salut.
"Es la propia persona quien decide sobre su vida: cuando se casa, cuando se separa, cuando quiere hacer donación de sus bienes... A nadie se le ocurriría presentar un recurso porque uno se quiere separar y el otro no quiere que se separe", añadía el doctor Albert Planes, médico de atención primaria y miembro del Comité de Garantías y Avaluación de la Generalitat, el grupo de expertos que controlan la aplicación de la eutanasia.

Andrea Villoria
Responsable de Tribunales y Sucesos de la SER en Cataluña




