El auge de Glovo en Sant Jordi: 20.000 rosas que transforman la forma de regalar amor

Barcelona

Sant Jordi es la fiesta del amor en Cataluña, y regalar rosas y libros a las personas queridas es un gesto que millones de personas repiten cada 23 de abril. Sin embargo, desde hace unos años, cada vez es más frecuente que la gente ponga un intermediario en esta escena icónica de Sant Jordi. Concretamente, un repartidor de Glovo con su mochila amarilla en la espalda.

Según datos de Glovo avanzados por la Cadena SER, ayer se entregaron 20.000 rosas mediante este procedimiento: en dos minutos, con el móvil, pides a través de la aplicación que un repartidor envíe una rosa a la persona que supuestamente amas, y un repartidor —muchas veces precarizado, muchas veces migrante, muchas veces con contratos irregulares— la entrega al destinatario.

Estas 20.000 rosas representan un 17% más que las entregadas el año pasado por la misma empresa, siendo la rosa roja la más solicitada y la más habitual. Habitualmente, Glovo realiza 66 pedidos de rosas al día en toda España, lo que evidencia el pico durante el día de Sant Jordi. Con los libros pasa algo similar: se vendieron 1.230 en esta Diada a través de la empresa de reparto, casi 400 más que el Sant Jordi anterior. Habitualmente, Glovo reparte 10 libros al día de media en toda España.

Es imposible saber por qué cada una de estas personas decidió entregar una rosa o un libro a través de un repartidor, y los motivos pueden ser diversos (gente que vive en el extranjero, personas que por el motivo que sea no pueden encontrarse con los destinatarios de las rosas o simplemente sufren ataques de vergüenza), pero los datos muestran que es una tendencia al alza.

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El 23 de abril del año pasado, los repartidores de Glovo entregaron 17.000 rosas y 838 libros. En 2023, fueron 7.500 flores las que se repartieron a través de la empresa de las mochilas amarillas: en dos años, el porcentaje de rosas entregadas por Glovo ha aumentado un 165%. Los establecimientos donde más rosas se pidieron a través de Glovo fueron Rosistirem, La Rosa de Sant Jordi, Flower Shop y Flores Navarro, todos en Barcelona. Si miramos los libros, la mayoría se vendieron a través de FNAC, y los géneros más solicitados por la aplicación fueron policíaco, de terror y literatura universal.

Fuentes de Glovo explican que la aplicación cada vez diversifica más sus ventas, y que los usuarios no solo la utilizan para comida a domicilio. Señalan que cada vez hay más actividad de compra de productos electrónicos, juguetes, ropa u otros accesorios.

"No paré hasta que se le acabó la batería al patinete"

Los repartidores de Glovo, al día siguiente, hacen un buen balance de Sant Jordi, ya que muchos pudieron ganar 80 euros en solo una mañana, una cifra que para los repartidores es bastante alta teniendo en cuenta lo que ingresan habitualmente en las primeras horas del día. "No paré de entregar rosas hasta las tres de la tarde, entregué más de veinte", explicaba a la Cadena SER uno de estos repartidores a la salida de un establecimiento de comida rápida.

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Los riders también se han encontrado con situaciones extravagantes: "Me hizo mucha gracia una de las rosas que repartí: era para una mujer que estaba casada. La dedicatoria decía 'te quiero en silencio', y claro, ya ves por dónde van los tiros", confiesa a la SER otro repartidor que no puedo evitar caer en la tentación de leer el mensaje de amor.

En cuanto a las condiciones del reparto, había opiniones dispares: algunos celebran el buen tiempo que hizo ayer, mucho mejor que la lluvia o el frío ya que tienen que desplazarse en bicicleta o patinete. Otros, sin embargo, lamentaron que muchas calles de Barcelona estaban cortadas y eso dificultó su trabajo.

"La gente expresa por una pantalla lo que no se atreve a decir en persona"

Pau Culillas es el fundador de Rosistirem, una empresa que hace reparto a domicilio de flores. Él es uno de los principales proveedores de Glovo durante la Diada. Y les fue bien: ayer vendieron un 15% más de rosas a través de Glovo que en 2024. "Creo que la gente se abre mucho más a través de una pantalla. Ha sido la medicina para personas que no se atrevían a decir cosas relacionadas con el amor. Y expresan sentimientos que no se atreven a decir en persona porque tienen la vergüenza del no", concluye en declaraciones a la Cadena SER. "Es una manera de expresarse sin miedo al rechazo", opina.

El propietario de Rosistirem también añade que este año había muchas más pedidos programados de gente que el día antes, a través de Glovo, ya había pedido llevar la rosa a una casa concreta a una hora determinada. "Este año hemos encontrado mucha gente que quería a los repartidores para llevar la rosa de un sitio a otro", reflexiona Culillas. A pesar de todo, apunta que las ventas a través de Glovo son un porcentaje muy bajo respecto al total, que en Rosistirem utilizan como complemento de su actividad habitual.