El director del Museu Nacional d'Art de Catalunya "tiene esperanza" de que los murales de Sijena seguirán en Barcelona
El Museo prepara una batería de informes técnicos para demostrar a la jueza que es imposible restituir las pinturas a la sala capitular sin correr un riesgo "muy alto" de que sufran "daños irreparables"

Pepe Serra, director del MNAC

Barcelona
El Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC) ha encargado a sus técnicos una serie de informes para poder demostrar ante la justicia aragonesa que sus advertencias, en el sentido de que es imposible restituir lo que queda de los murales de Sijena a su emplazamiento original sin arriesgarse a que sufran daños irreparables, no son una opinión, "ni una táctica dilatoria, ni una trampa para ganar tiempo", sino un hecho "avalado científicamente" que coloca al Museo en una posición paradójica: acatar la sentencia firme que obliga a devolver las obras a Aragón supondría tirar por la borda el trabajo de conservación hecho desde que, en plena guerra civil, y después de sufrir un pavoroso incendio, los restos murales se rescataran de su emplazamiento original.
En una comparecencia ante los medios de comunicación, el director del Museo Nacional, Pepe Serra ha repasado los riesgos que comportaría la operación de desmontaje y traslado de los 120 metros lineales que componen ahora mismo la obra. "Un artefacto complicadísimo", explicaba en el que quedan "vestigios materials de una obra incendiada" trasladados a unas telas de algodón, y montados sobre una estructura de madera. "La obra original no existe, se destruyó en 1936" ha dicho Serra que ha explicado que lo que queda del original, sumado a las restituciones hechas por Gudiol con escayola blanca, sobre la que después se pintó para facilitar la comprensión de la obra, forman un conjunto "de materiales diferentes, colocados en distintas capas que no están cohesionadas entre sí" y que son muy sensibles a cualquier cambio ambiental o a cualquier vibración.
Una muestra, descompuesta en 15 días
Para preparar el escrito de oposición que el Museo presentará ante el juzgado de instrucción de Huesca, cuando éste decida iniciar el procedimiento de ejecución forzosa de la sentencia, los técnicos han hecho una serie de pruebas nuevas que incluyen la toma de algunas muestras de la pintura. La jefa del área de conservación y restauración preventiva del Museo, Carme Ramells ha mostrado unas fotografías de unas muestras microscópicas que se tomaron hace 15 días y que en el laboratorio se han desintegrado. Y las ha comparado con otras tomadas de los murales de Taüll hace 25 años, y que, en el mismo laboratorio, mantienen la cohesión, para incidir en que el incendio que sufrieron las pinturas hace que su comportamiento y su fragilidad no sea comparable al de ninguna otra pintura mural.

A la izquierda un fragmento de las pinturas murales de Sijena, 15 dias después de llevarlas al laboratorio para analizarlas. A la derecha, muestras de las pinturas murales de Sant Climent de Taüll, recogidas hace 25 años y a las que el cambio de condiciones ambientales no ha afectado tanto como a las de Sijena. / MNAC

A la izquierda un fragmento de las pinturas murales de Sijena, 15 dias después de llevarlas al laboratorio para analizarlas. A la derecha, muestras de las pinturas murales de Sant Climent de Taüll, recogidas hace 25 años y a las que el cambio de condiciones ambientales no ha afectado tanto como a las de Sijena. / MNAC
También prepara un informe la experta italiana en pinturas murales Simona Sajeva que ya en 2016 firmó un informe en el que desaconsejaba trasladar las pinturas por su elevada fragilidad. "En 2016 ya advertimos a la jueza de la fragilidad de las pinturas y nueve años después solo pueden estar igual que entonces o peor" ha subrayado el director del Museo, que destacaba que "aun así" hemos encargado nuevos estudios para avalar nuestra posición.
Exonerar a los técnicos de la responsabilidad si las obras sufren daños
El director del Museo Nacional Pepe Serra ha explicado que más allá de "tener esperanza" que la jueza atienda estos argumentos científicos y no obligue a mover las pinturas, el museo busca proteger a sus técnicos, que son los que tienen la responsabilidad de desmontar y restituir las obras a la sala capitular de Sijena. Si finalmente la justicia les obliga a hacer el traslado y las obras sufren daños "podremos demostrar que habíamos advertido del riesgo y que nuestros especialistas queden exonerados de cualquier responsabilidad en caso de que acabe ocurriendo esto que advertimos".

Soledad Domínguez
Redactora de informativos en Ràdio Barcelona, especializada en Educación. Siempre que me dejan, me cuelo...




