¿Cómo podemos conseguir que la relación de pareja sobreviva al verano?
Reservar tiempo individual, tener planes compartidos para reconectar y recordar porque estamos juntos: algunos de los consejos que da el doctor Puig Rodas

Com podem aconseguir que la relació amb la parella sobrevisqui a l'estiu?
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Barcelona
Con la llegada del verano, es frecuente marcarse objetivos: leer más, hacer más deporte o cuidar más la relación. Pero este último punto no siempre sale bien, y es que tener más tiempo para estar juntos a veces puede jugar en contra. Según cifras del Consejo General del Poder Judicial cada septiembre se registra un repunte del 20% de las demandas de divorcio en comparación con los otros meses del año. El 2024 se superaron las 95.000 rupturas matrimoniales en el conjunto del país, con un aumento del 3,6% respecto al año anterior.
Ante estos datos, el doctor Ignasi Puig Rodas, psicólogo, sexólogo y terapeuta, ha explicado al programa Aquí Catalunya como hacer que la relación sobreviva a los meses de vacaciones. Ha empezado planteando el tiempo de vacaciones como un momento de reflexión. "Podemos identificar qué siento que está fallando a la relación", recomienda, "y nos ponemos una serie de objetivos".
"No es suficiente con empezar a hacer cosas en junio para salvar la relación"
No sirve de nada evitar los problemas y mirar a otro lado. El doctor Puig Rodas lo ha comparado con un incendio, "es cómo si dijéramos que hay un fuego, lo evitamos y pensamos que ya desaparecerá, el día que te pongas se habrá embravecido tanto que tendrás tantos focos abiertos que será muy difícil controlarlo, y lo acabará quemando todo". Por eso, no basta con empezar a hacer cosas en junio para salvar la relación.
En aquel caso en que la pareja llega bien a las vacaciones, sin ninguna crisis, también hay que ir alerta con evitar que el periodo de vacaciones abre conflictos nuevos. El doctor ha explicado que uno de los principales errores que se cometen, y que hay que evitar, es "que como durante el año hemos tenido poco tiempo, de golpe en verano lo queramos hacer todo en pareja". En este caso, es fácil que un momento que se ha cogido con ilusión "nos acabe agobiando".
"Hay que encontrar un equilibrio entre el tiempo de pareja, el familiar y el individual"
Para hacer frente a esto Puig Rodas recomienda usar momentos de individualidad, poder disponer de espacios de los que disfrutar por separado. También apunta a la importancia de tener planes compartidos en los que se pueda reconectar, "no solo ir pasando". El doctor también pone el foco en la necesidad de "recordar porque están juntos y que es lo que los une". "Se tiene que encontrar un equilibrio entre el tiempo de pareja, el familiar y el individual", acaba aconsejando. En cuanto al sexo, el verano es un buen momento para cambiar las rutinas sexuales de la pareja. "Podemos jugar con los horarios y decidir cuando nos apetece más, concebirlo como una actividad de ocio".
Ante el tópico que una pareja que no discute es porque está mejor que las que sí lo hacen, el doctor Puig Rodas lo ha negado. "En muchos casos, es simplemente una pareja que evita el conflicto". Un caso extraordinario son aquellas parejas "que han estado proactivas", y han planteado los potenciales problemas antes de que sucedan. Lo compara con quién hace reuniones de trabajo, "puede ser útil reunirse cada una o dos semanas y poner sobre la mesa temas que podrían ser susceptibles de generar conflicto". Se puede enfocar como un espacio de conexión, en que el que se busca es encontrar soluciones en los problemas antes de que tengan lugar.
"En septiembre siempre hay un repunte de consultas"
Puig Rodas ha explicado la situación en que se encuentra su consulta cada septiembre. "Es increíble, en los trece años que hace que hago terapia en septiembre siempre hay un aumento de consultas". "A finales de verano hay parejas que se anticipan y ya piden cita a finales de agosto", añade. Sobre la posibilidad de éxito de la terapia, Puig Rodas lo compara con ir al gimnasio. "Si voy sin ganas de hacer deporte no tendré un buen resultado". En el caso de la terapia, cuando las dos personas tienen ganas "es una mayor garantía de éxito".




