Miquel Sàmper, sobre la UE y la negociación de los aranceles de Trump: "Como conseller te daré una respuesta; como persona te daría una muy diferente"

Barcelona

Al día siguiente de que el presidente Salvador Illa anunciara el acuerdo con la empresa china Chery para el establecimiento de un centro de Investigación y Desarrollo (I+D) en Cornellà de Llobregat, el conseller Miquel Sàmper ha mantenido la incógnita respecto a las cifras que se esconden tras el pacto. Por motivos de "discreción", el Govern aún no quiere cifrar en cuántos puestos de trabajo se traducirá el establecimiento de esta nueva planta, ni cuántos millones de euros aportará al territorio. Eso sí, Sàmper ha asegurado que se trata de un paso importante para Cataluña, por el valor añadido del acuerdo, ya que "la gran mayoría de trabajadores" del centro serán ingenieros.

Entrevistado en "Aquí Catalunya", el conseller también ha hecho una valoración sobre el acuerdo arancelario cerrado a principios de esta semana entre la Comisión Europea y EE. UU., por el cual todos los productos del Viejo Continente tendrán una barrera de entrada del 15% sobre su valor. Sàmper ha sido claro y conciso. Si no ostentara su cargo, como persona de a pie, ha asegurado que daría una respuesta "muy diferente", dejando entrever su contrariedad. Ahora bien, como representante institucional, ha catalogado el acuerdo de "no excesivamente malo", haciendo referencia a otros pactos arancelarios que se tienen con otros estados como Taiwán, el Reino Unido o Marruecos, donde las cifras también rondan ese 15%. "No es un acuerdo [el de EE. UU.] que nos entusiasme, pero nos permite trabajar", ha añadido.

Pero volviendo al pacto con Chery, ha destacado la importancia de que una empresa de tales dimensiones quiera establecerse en Cataluña. Un establecimiento que llega después de años de trabajo y "una gran labor por parte del Govern de Pere Aragonès y el exconseller Roger Torrent", ha reconocido Sàmper. El establecimiento de este centro se notará en Cataluña, en Cornellà, pero lo más importante, permitirá la creación de muchos puestos de trabajo, que es "el gran objetivo de la conselleria y el gobierno".

Más allá de este acuerdo en concreto, Sàmper ha destacado la importancia de "tejer relaciones con China". El conseller destaca que a nivel tecnológico, el gigante asiático "tiene una calidad 10 veces por delante de la europea", de modo que el objetivo es claro: continuar colaborando para ir reduciendo este desfase. En esta línea, ha sacado pecho del buen estado de las relaciones con la región china. "Hace muchos años que Cataluña trabaja con esta área como mercado potencial", lo que sitúa a nuestro territorio por delante, con "mucha ventaja respecto a otras regiones europeas".

Una de estas líneas de actuación debe ser la fabricación de semiconductores y chips. Ahora mismo Cataluña ya cuenta con una alianza centrada en varios ejes: el fortalecimiento de la cadena de valor de estos componentes; la conexión de esta cadena a escala internacional, o el impulso del talento. Todo ello se traduce en un trabajo de prototipado y diseño de estos elementos —los semiconductores y chips— que sirven como herramienta para controlar las corrientes eléctricas de manera precisa. El problema es que aquí no se fabrican, lo que conlleva depender de los países donde sí se producen.

La voluntad de Cataluña es ser pionera en este ámbito en el estado. Sàmper reconoce que será difícil dada la gran inversión que se necesita para construir una fábrica de estas (ronda los 22.000 millones de euros). Ahora bien, la cuestión "es empezar". El objetivo es iniciar con fábricas de 80 trabajadores, y aunque el proyecto no está aún "calendarizado", desde el Govern dejan entrever que la celeridad es fundamental. ¿Y esto por qué? Estos chips se utilizan para fabricar electrodomésticos, y Sàmper no quiere que se vuelva a producir una situación como la ocurrida durante la pandemia, donde "nos quedamos sin estos semiconductores y no podíamos construir neveras", ha ejemplificado.

Finalmente, el conseller ha valorado el estado de las negociaciones entre Europa y la empresa automovilística Seat para reducir la carga arancelaria que tiene el modelo Tavascan a su entrada al continente. Aunque es un vehículo que se diseña desde Mataró, el ensamblaje se hace desde China, lo que conlleva una barrera de entrada de más del 30%. Sàmper confía en que de aquí a dos meses "se tengan noticias" y ya hacia finales de año "ya se pueda tener cerrada" la reducción impositiva.