Inversiones, una nueva delegación oficial y maletas perdidas: el viaje de Illa a China
El president de Cataluña ha visitado cuatro ciudades en ocho días y se ha reunido con empresarios chinos, exportadores catalanes y dirigentes del Partido Comunista

Salvador Illa en la rueda de prensa de balance del viaje a China / ACN

Shanghái
"Hoy el mundo pasa por Asia y, más concretamente, por China. Económicamente, tecnológicamente y geopolíticamente." Así ha resumido Salvador Illa la necesidad de tejer alianzas con el gigante asiático, en su discurso de clausura de un viaje institucional que lo ha llevado a cuatro ciudades chinas en ocho días. Durante esta semana, el president de la Generalitat se ha reunido con empresarios chinos, exportadores catalanes y dirigentes del Partido Comunista. Desde el Govern aseguran que están satisfechos con la acogida que han tenido en China y señalan que el viaje ha sido un primer paso para construir una relación equilibrada y a largo plazo con la segunda economía mundial.
La política exterior es una de las prioridades de Salvador Illa, que quiere proyectar Catalunya al mundo. La imagen que ha mostrado Illa es la de Catalunya como puerta de entrada para China a la Unión Europea, pero también a América Latina y al norte de África. Illa ha visitado las ciudades de Pekín, Hefei, Wuhu y Shanghái, en un viaje que puede explicarse en tres dimensiones: la económica, la política y la cultural.
En clave económica, Illa se ha reunido con empresarios chinos para captar inversiones. Por ejemplo, la de la automovilística Chery, que fabrica los coches EBRO en la Zona Franca de Barcelona. Esta semana ha confirmado que en otoño abrirá un centro de investigación y desarrollo en Cornellà de Llobregat. También se ha referido a Cataluña como puerta de entrada en el sentido más literal: como puerto y aeropuerto. El Puerto de Barcelona ha firmado un acuerdo con el de Shanghái para crear una ruta de mercancías sostenible, y la aerolínea China Eastern ha anunciado que ofrecerá otro vuelo directo entre Barcelona y Shanghái.
También en materia comercial, el president se ha reunido con exportadores catalanes y empresas establecidas en China para potenciar la diversificación de mercados. En un contexto de incertidumbre global provocada por los aranceles de Estados Unidos a los productos europeos, el Govern quiere que las compañías catalanas se abran a nuevos mercados para no depender tanto de las decisiones de Donald Trump.
En clave política, Illa ha seguido de cerca los pasos del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, que en abril se reunió con Xi Jinping. Desde la Moncloa también están apostando por una política exterior orientada a acercarse más a China. Durante su viaje institucional, el president Illa ha mantenido encuentros de alto nivel con miembros destacados del Partido Comunista. De hecho, toda la comitiva del Govern ha quedado satisfecha —hasta cierto punto incluso sorprendida— por la buena acogida que dicen haber recibido. En esta línea, Illa ha anunciado que, antes de que acabe el año, la Generalitat abrirá una delegación oficial en China. Hasta ahora tenían oficinas comerciales, pero ahora quieren establecer una relación más institucional con el gigante asiático.
Por último, en cuanto a la vertiente cultural, Illa ha anunciado que a partir del segundo semestre del próximo curso se recuperarán las clases de catalán en la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín, que se habían interrumpido durante la pandemia. Además, durante el viaje —también en Pekín— se ha organizado una cena con empresarios, comunicadores y diplomáticos chinos para difundir la gastronomía catalana. El menú, con la participación del chef de "Disfrutar" de Barcelona, el mejor restaurante del mundo, estaba lleno de platos y productos catalanes. El objetivo era acercar las recetas catalanas al público chino, un turista que, cuando visita Catalunya, gasta mucho.
El president en Wuhu y la maleta en Shanghái
La agenda de reuniones del president era ambiciosa y se ha cumplido según lo previsto. Eso sí, el clima jugó una mala pasada a la comitiva del Govern, que el pasado miércoles tenía que pasar la noche en Shanghái. Estaban en Wuhu, donde visitaron la planta de Chery, y por la tarde debían coger un tren. Sin embargo, una alerta por tifón alteró la logística. Todos los trenes quedaron cancelados y las autoridades chinas también restringieron la circulación por carretera por los avisos de fuertes lluvias y viento. El problema fue que por la mañana toda la comitiva había enviado sus maletas a Shanghái para recuperarlas por la noche y moverse con más libertad entre reuniones. Sin embargo, por culpa del tifón, tuvieron que quedarse a dormir en Wuhu sin sus pertenencias. El equipo de protocolo tuvo que hacer una escapada de emergencia a la ciudad para comprar ropa al president y que pudiera asistir bien arreglado a las reuniones. Al día siguiente cogieron un tren bien temprano hacia Shanghái, donde continuaron con su agenda y recuperaron las maletas.

Pol Valero Pallarès
Periodista d'Economia a Ràdio Barcelona. Habitatge, banca, laboral... una mica de tot. Llicenciat en...




