González-Bueno, CEO de Sabadell: “Me daría muchísima pena ver esto disolverse como un azucarillo, pero creo que no me voy a llevar este disgusto”

Barcelona

Casi un año y medio después de su lanzamiento, la OPA del BBVA sobre el Banco Sabadell está a punto de llegar a su desenlace. Los accionistas de la entidad catalana tienen hasta mañana para decidir si aceptan la oferta del BBVA y venden sus títulos o si se los quedan para seguir con el proyecto en solitario.

Desde el BBVA avisan de que la OPA saldrá adelante, con un apoyo de más del 50% de apoyos. En cambio, desde el Sabadell lo ven totalmente distinto: “Lo más probable es que se quede por debajo del 30%”, ha asegurado su consejero delegado, César González-Bueno, en una entrevista en el Aquí Catalunya de SER Catalunya.

“Me daría muchísima pena ver esto disolverse como un azucarillo, pero creo que no me voy a llevar este disgusto”, ha respondido González-Bueno, preguntado por como ha vivido estos 17 meses desde el punto de vista personal. De hecho, los sentimientos han jugado un papel clave en la defensa de la entidad catalana, con muchos pequeños accionistas que a la vez son clientes o tienen empresas que trabajan con el Sabadell.

“Los clientes están gritando que no desaparezca el Sabadell”

Los pequeños accionistas, que representan un 40% del accionariado del Sabadell, son su mejor baza para sumar apoyos. “Estamos viendo que los minoritarios han acudido en menos de un 1%, lo que representa menos del 0,5% del total”, ha asegurado González-Bueno. “Incluso hay algunos que habían acudido a la OPA, que están revocando su decisión”, ha añadido.

Según el BBVA, los inversores institucionales, que son alrededor del 60%, acudirán en masa a la OPA. Desde el Sabadell lo ponen en duda. “Unos inversores nos han dicho que sí, unos nos han dicho que no y otros nos han dicho que irán en parte, solo con un porcentaje de sus acciones”, ha explicado González-Bueno.

En el peor de los casos para el Sabadell, según su consejero delegado, la aceptación se quedaría entre el 30% y el 50%. En esta situación, para poder quedarse con las acciones, el BBVA tendría que lanzar una segunda oferta a un precio fijado por la CNMV. “Esta segunda OPA sería mucho mejor porque sería en efectivo”, ha señalado, dando a entender que sería mejor para el accionista esperar.

“Síndrome de abstinencia de la OPA”

González-Bueno ha reconocido que los esfuerzos de los dos bancos en las campañas mediáticas del último año y medio han sido una “barbaridad”. “Algunos medios nos dicen que cuando esto se acabe van a tener síndrome de abstinencia”, ha bromeado. Eso sí, ha señalado que no es razonable tener un banco paralizado durante 17 meses con la incertidumbre de una OPA que se ha alargado más de lo previsto.

Durante este año y medio, la OPA ha recibido la aprobación del Banco Central Europeo y de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, que la analizó en dos largas fases y acabó validándola con condiciones pactadas con el BBVA de mantener el crédito a las pymes y no cerrar oficinas. Más tarde, el Gobierno endureció las condiciones y dio luz verde a la operación de compra, pero prohibió la fusión entre bancos durante 3 años prorrogables a 5.

Mientras tanto, el Sabadell ha aumentado al máximo el reparto de dividendos a sus accionistas para convencerles de quedarse. Incluso se ha vendido su filial británica TSB al Banco Santander, para poder repartir un dinero extra entre el accionariado. El BBVA respondió subiendo un 10% la oferta de compra, que se basa totalmente en un intercambio de acciones: 1 del BBVA por cada 4,84 del Sabadell. Mañana cierra el plazo de aceptación y la Comisión Nacional del Mercado de Valores dará a conocer los resultados el viernes 17 de octubre.