Ana Belén: "Los que me insultaron por proteger a mis hijos ahora dicen que soy un referente"

Ana Belén es una diva, un icono, una voz inconfundible y una actriz reconocida, y desde hace meses está inmersa en una gira por todo el país. Tiene disco nuevo, 'Vuelvo con los ojos nuevos' se titula, ¿con qué ojos mira ahora Ana Belén? "Con la misma curiosidad y los mismos miedos" asegura en una entrevista en el programa Aquí Catalunya. Echa la vista atrás: tras cuarenta películas, cerca de treinta obras de teatro, treinta y siete discos y sesenta años de carrera, es ahora un referente aunque ella insiste en no sentirse tal. Todo lo que ha vivido afirma que ha sido desde la sinceridad, "he hecho en cada momento que me ha tocado vivir lo que creo que tenía que hacer".

Con la intimidad por bandera, asegura que no ha sido un camino fácil llegar donde está hoy. Mantener la privacidad de su vida ha sido una tarea que les costó a ella y su marido, Víctor Manuel, "muchos insultos", principalmente desde el mundo del corazón, aclara. "Nos insultaron, pero fíjate, a la larga la vida da vueltas, y ahora resulta que soy un referente porque quise mantener una vida y proteger la de mis hijos, ¡qué curioso!" se exclama. Aprender a decir 'no' a lo que genera incomodidad es algo que cree que debe hacerse temprano. En su caso y en el Víctor Manuel, tenían claro que si ellos estaban en el escaparate, no querían exponer a sus hijos.

El compromiso político de Ana Belén viene de lejos, fue una de las caras visibles de la Transición. A mediados de los 70, ella y su marido empezaron a militar en el Partido Comunista Español -con el que romperían muchos años después-. Ambos estaban en el punto de mira de la ultraderecha española, hasta el punto que el grupo Fuerza Nueva puso dos bombas en su domicilio de Torrelodones mientras ellos estaban de viaje en La Habana. Preguntada por cómo ve España con estos nuevos ojos, afirma sentirse "preocupada como ciudadana" ante lo que considera "la deriva a la que parece ser que nos dirigimos". No le gusta nada hacia donde va España, Europa y el mundo en general, pero dentro de Ana Belén está convencida que habita un Pepito Grillo, "que es el que da la vuelta al pesimismo, y quiero creer y creo en la buena gente, esto me hace ser optimista pero sin caer en lo absurdo".

Ana Belén se significó políticamente, a pesar de los ataques. En su época, hubo artistas que también lo hicieron y los hubo que no, de la misma forma que pasa actualmente. "Ha ocurrido siempre, hay gente con menos miedo", opina. Sí que cree que ahora las redes amplifican el lado oscuro. "A mí, que me han puesto dos bombas en casa, sería absurdo decir que ahora tengo miedo, y tampoco voy a decir a nadie que no lo tenga porque el miedo es libre", pero sí querría dirigirse a los que no se atreven a dar el paso: "Confía, hay mucha gente que puede pensar así y está esperando que tu también lo manifiestes".

Preguntada por si teme si esos mismos vientos podrían volver, tiene claro que sí, porque "la extrema derecha ya sabemos como es, va en una sola dirección: la no dialogante, nostálgica de un pasado que los que hemos vivido sabemos cómo es, y eso es lo que no queremos", reivindica. Ana Belén añade: "Si se les deja, claro que pueden volver. Lo que hemos conseguido, es decir la libertad, la concordia, lo público, la igualdad, el feminismo... Esto no ha caído del cielo". Sobre los jóvenes, cree que no todos lo tienen claro, "hay que contárselo, gente que lo vivió, no solo las redes sociales".

A 'Vengo con los ojos nuevos', Ana Belén le canta al amor, "un motor importantísimo". Dice que "desde que nos levantamos, dirigimos el amor hacia tantas cosas" y no se refiere solo al amor romántico y sexual, "es el amor a la familia, a los nietos, amigos, a lo que haces". En el álbum, también recuerda a su madre, a quien cita en un momento en la canción que da nombre al álbum "paga siempre lo tuyo", un consejo real que le dio cuando hizo la primera gira, con 17 años. Detrás de esas palabras había un mensaje mucho más profundo: "Tienes que hacerte cargo de tu misma", algo que aprendió entonces y de lo que ha sido siempre consciente.

En este álbum agradece lo que hizo su madre por ella, pero también a todas las mujeres que han "derribado puertas para ti, para mi, para todas". 'Sin tacones ni carmín' es una oda al feminismo, "un reconocimiento a tantas mujeres, algunas desconocidas, que desde su casa, pueblo, su ciudad han salido a la calle a reivindicar y exigir cambios".