Más huelgas, menos seguimiento: "Vivimos en una época de gran individualización"

Barcelona

El año 2024 ha sido uno de los años con más huelgas convocadas en Cataluña en la última década. Se convocaron 147. A pesar de ello, también ha sido uno de los años con menor tasa de seguimiento: solo un 10,8% de media. En total, únicamente 25.300 trabajadores hicieron huelga en algún momento del año pasado. Es la cifra más baja de los últimos diez años. Y eso que, entre todas las convocatorias, hubo casi 234.000 trabajadores llamados a algún parón. Son datos del Observatori del Treball de la Generalitat y muestran dos tendencias claras: se convocan más huelgas, pero tienen menos seguimiento.

La media de seguimiento de las huelgas de la última década en Cataluña ha sido de alrededor del 30%, pero ha caído en picado en los últimos años. En 2015 hubo un pico del 71% de participación, en 2016 del 40%, pero tras la pandemia se observa un descenso acusado. De hecho, en 2023 se tocó fondo con un 5,8%, coincidiendo con que fue el año con más trabajadores convocados. En otras palabras: hoy hay el doble de personas llamadas a hacer huelga que hace diez años, pero apenas la secundan una tercera parte de las que solían hacerlo.

Recientemente, en Cataluña se han vivido huelgas importantes como la del sector del metal en Barcelona, que está negociando su convenio colectivo y tiene previsto volver a movilizarse a principios de diciembre. Aun así, los datos oficiales de 2025 —que de momento recogen registros de enero a julio— muestran que la tendencia no acaba de recuperarse. Se han convocado 84 huelgas (menos que el año pasado en el mismo periodo) y han tenido de media un 13% de seguimiento.

Los sindicatos culpan a la precariedad

Los sindicatos tradicionales señalan el empeoramiento de las condiciones laborales en muchos sectores como explicación del fenómeno. “Que haya más huelgas convocadas significa que hay sectores, como los servicios, donde la precariedad laboral aumenta cada vez más”, explica Òscar Riu, secretario de política sindical de UGT Catalunya. A la vez, señala que la precariedad dificulta la organización de la plantilla y el seguimiento de una huelga, porque muchos trabajadores no pueden permitirse perder varios días de salario.

Por su parte, Carles Vallejo, histórico sindicalista de SEAT, reflexiona sobre algunas causas que pueden haber llevado a esta falta de participación, como que ahora exista “mayor capacidad de negociación” o el cambio del modelo económico, pasando del industrial al de servicios: “Es complicado organizar según qué sectores porque están dispersos”.

A su vez, Jordi Mir, experto en movimientos sociales, apunta también al hecho de que estén gobernando las izquierdas: “Contra los nuestros siempre es más difícil hacer huelga”. Sin embargo, según Mir, la principal causa es el individualismo creciente: “Vivimos en una época de gran individualización, la huelga es el último recurso”.

Además, desde los sindicatos tradicionales coinciden en señalar que hay otras organizaciones que convocan huelgas con excesiva ligereza. “No estamos de acuerdo en convocar una huelga solo para dar cobertura por si alguien la quiere hacer. El derecho a huelga no se ejerce así. La huelga debe convocarse, organizarse y hacerse”, señala Enrique Rodríguez, secretario de política sindical de CCOO Catalunya. “La huelga no es un fin, es un medio”, remata.

Transporte y banca, los sectores con más huelgas

Por número de convocatorias, las empresas catalanas más afectadas en 2024 fueron las de transporte (autobuses, trenes, tranvías), con 19 huelgas. En cambio, por número de trabajadores participantes, el primer sector fue el de servicios financieros y banca. Según los datos del Observatori del Treball, la mayoría de huelgas dura menos de seis días. Y solo 3 de las 147 huelgas de 2024 tuvieron más de 1.000 participantes. También es destacable que casi dos tercios de las huelgas terminan sin ningún acuerdo entre la empresa y los trabajadores.