Mujeres que se salvan mutuamente: "Me hizo ver que valía para algo"

Barcelona

Ser mentora es “escuchar y acompañar”. Ser mentora es “caminar juntas”. Ser mentora es “un antes y un después”. Mariana llegó a Dones Mentores hace cuatro años, en un momento de “fragilidad”. Ella sentía que solo servía para estar en casa, pero su mentora le hizo ver “que valía para algo más”. Emocionada, recuerda momentos en que estaba “realmente mal” y su mentora fue la “luz que necesitaba”. Cuatro años después, Mariana ya no siente culpa ni desprecio por sí misma: “Me miro al espejo y veo a la mujer fuerte que había sido”. Actualmente, es mentora; todo lo que ha aprendido quiere aplicarlo en otras mujeres, siendo “el ángel” que ella misma también necesitó un día.

Otro ángel es Arantxa, que llegó a Dones Mentores hace dos años. Ella acompaña a una mujer “que es una persona extraordinariamente potente, sensible y empática”, pero que estaba hundida cuando se conocieron: “Recuerdo que en el segundo encuentro me dijo que le extrañaba que quisiera pasar tiempo con ella”. Eso hizo reflexionar a Arantxa, con el objetivo de hacerle comprender que la mentoría “nos hace crecer a las dos”. Ambas han contado sus experiencias en el programa El Balcó, de SER Cataluña.

La mentoría

La relación de mentoría que promueve Dones Mentores es igualitaria, puesto que el beneficio es recíproco. Las mujeres mentoradas están allí para salir de una situación indeseada, pero las mentoras también reflexionan durante el proceso, para “realinear algún punto que no estaba del todo en su sitio”, ha señalado Arantxa. Durante el proceso, cada tándem de mujeres funciona de manera diferente.

La mentoría no es una tutoría ni una tutela, sino un acompañamiento temporal que empieza preguntando a las mujeres mentoradas qué necesitan: “Concretamos el objetivo alrededor del cual pivotará la mentoría”, ha indicado Lores López, fundadora del proyecto. La mentoría está pautada para durar entre nueve meses y un año y medio, porque el acompañamiento se basa “en la idea de no infantilizar a las mujeres por haber sufrido violencia”.

Durante este tiempo no hay obligaciones, sino acuerdos entre las mujeres sobre cómo y cuándo se encontrarán, qué actividad harán y, sobre todo, buscar puntos de conexión importantes. A partir de ahí, los encuentros se desarrollan según las necesidades de cada una: “Si hace falta hablar, hablamos; si no, también podemos estar en silencio”, explican Mariana y Arantxa.

Dones Mentores

Dones Mentores nació en 2017 a raíz de una experiencia personal de Lores López. Ella se fue a vivir a Copenhague y allí le asignaron un programa de mentoría de bienvenida al país. Aunque no tenía relación con la violencia, López “identificó algunos vacíos sociales necesarios”, como la reparación y la corresponsabilidad comunitaria en ciertas situaciones. Así decidió crear esta red de ayuda que opera por toda Cataluña y parte del País Vasco.

Actualmente, hay 250 mujeres que potencialmente pueden ser mentoras y este año se han creado una veintena de mentorías, “40 mujeres conectadas”, ha dicho orgullosa. La manera en que se crean estas parejas es junto con la Xarxa Especialitzada d’Atenció a les Dones, que identifica las necesidades de las mujeres que han sufrido violencia machista para valorar si se pueden trabajar con mentoría. A partir de ahí se habla con estas mujeres, se identifican los objetivos y se asigna una mentora.

Cualquier mujer que lo desee, aunque no haya sufrido violencia machista, puede contactar con Dones Mentores para formar parte: “Siempre necesitamos mujeres mentoras, de todas las edades y procedencias. También se pueden hacer donaciones para apoyar el proyecto”. En cuanto a las mujeres que quieran solicitar ayuda, pueden contactar con la asociación a través de la web y, desde allí, las pondrán en contacto con los servicios con los que trabajan.

Si necesitáis pedir ayuda en caso de violencia machista, podéis llamar al 016 o enviar un mensaje al 600 000 016. En el caso de Cataluña, los teléfonos para la atención a las víctimas de violencia de género son el 900 900 120 o el 601 00 11 22. Todos ellos son teléfonos gratuitos, anónimos y que no quedan registrados en el teléfono.