Luz Casal: "Siempre he intentado no caer en la tentación de la envidia"

La cantante ha asistido este miércoles al programa Aquí Catalunya de la SER para presentar su nuevo disco, Me voy a permitir, un álbum que ella misma define como el más inclasificable, ecléctico y poderoso. Musicalmente ya ha dicho en ocasiones que se ha permitido hacer "lo que le da la gana", aunque para llegar hasta aquí ha tenido que trabajar duro.

Con casi 50 años de carrera a sus espaldas, Casal es una de las artistas más emblemáticas de la música española. Preguntada por la oleada de nuevos artistas y fenómenos como Rosalía o Bad Bunny, reflexiona: "He pasado por fenómenos de muchos tipos, y siempre hay sitio para todos y todas, porque cada uno ofrece lo suyo al público". En su caso, dice, siempre ha intentado no "desequilibrarse", concretamente "no caer en la tentación de la envidia". Se refiere a pensamientos intrusivos que a veces abordan a todos los cantantes, como por ejemplo: "¿Por qué unos tienen apoyo de discográficas mundiales y a mí me ha costado tantos años?".

Luz Casal empezó cuando no había muchas mujeres en la industria. "Me ha costado años ponerme una falda encima de un escenario", recuerda. "Tal vez he sido pánfila, pero no me parecía una necesidad". La cantante defiende haber sido inocente, no boba, y que es compatible ser inocente con ser rockera. "Siempre he destacado que lo que tiene interés para la gente es lo relacionado con las canciones", no ha querido centrar la atención en si era más alta o no, si tenía la cintura estrecha o los ojos de un color u otro.

En Guadalajara (México) está en marcha la Feria Internacional del Libro; desde allí, en las últimas horas Joan Manuel Serrat ha reflexionado sobre su adiós de los escenarios en 2022. "He dejado de hacer conciertos por lo que representa hacer las giras, el ritmo con el que hay que enfrentarlas", decía el compositor. "Lo comprendo perfectamente", añade Luz Casal. Ella también sostiene que existe una responsabilidad cuando haces una gira; vuelve a los pensamientos que inundan a los artistas, miedos como "ojalá no me haya desgastado mucho" u "ojalá vaya toda la gente que se prevé".

El hecho de tener que estar "siempre estupenda, la presión... existe", porque todo ello no deja de ser "una exhibición de lo que haces". "En el escenario no puedes mentir: tienes que afinar, claro -dice divertida-, pero luego está la actitud; es muy exigente". Uno se va cuestionando el cansancio, hasta detectar el máximo de su exposición, reconoce.