Luis Tosar, sobre el apoyo de los jóvenes al franquismo: "Nos hemos dormido en los laureles"

Golpes es un viaje a Sevilla, año 1982. Dos hermanos, Migueli (interpretado por Jesús Carroza) y Sabino (Luis Tosar), son un delincuente que necesita dinero para desenterrar de una cuneta el cadáver de su padre, asesinado en la Guerra Civil, y un policía. Una metáfora de las dos Españas de aquella época. Es la primera película que dirige Rafael Cobos (7 vírgenes, Anatomía de un instante).

El pasado 20 de noviembre se conmemoraron los 50 años de la muerte de Franco. Los últimos datos revelan que nunca desde entonces el franquismo ha tenido tanta aceptación como ahora: uno de cada cinco españoles considera que los años de la dictadura fueron buenos o muy buenos para España. “Hay que ser conscientes de dónde venimos”, dice Rafael Cobos en una entrevista para el programa Aquí Catalunya (SER). “Nos relajamos excesivamente a la hora de llamar a las cosas por su nombre”, añade Luis Tosar. “Cuando uno habla de Franco tiene que hablar de dictadura, de los 40 años de atraso, oscuridad, y decir que la institución se dedicaba a represaliar y a matar gente. Estos son hechos y hace falta contundencia. Seguramente nos hemos dormido en los laureles y, de aquellos polvos, estos lodos”, remata.

La derecha tiene “muy desarrollados los canales de comunicación, eso sí lo tienen”, sostiene Tosar. “Un discurso fácil que cala”, añade Cobos. “Los discursos que llegan siempre son los espurios y falsos”. Ambos tienen hijos y aseguran que han hecho un trabajo consciente a la hora de contarles lo que hizo Franco y lo que representó la dictadura en España. En el colegio de uno de los hijos de Tosar, cuenta que ya ha habido algún incidente: “Ya se ha producido algún tipo de enfrentamiento entre chavales por diferencias ideológicas, y hablamos de adolescentes”, comenta.

Tosar y Cobos nacieron a principios de los 70, por lo que no recuerdan los primeros años de la Transición, pero sí el 23F. En el caso del actor, dice no haber olvidado el miedo en su casa. “Fue la primera vez que me di cuenta de que pasaba algo grave. Tenía 11 años. Recuerdo a mis padres siendo herméticos; todo era muy voluble”. En su caso, venía de una familia socialista que trabajaba en el campo. “Este terror del 23F, que podía cambiar todo para mal, estuvo presente en casa”, añade. “España no es un país rancio; creo que es un país desinformado”, sostiene Rafael Cobos. “Es un país muy polarizado; le damos mucha bola a la ultraderecha”.

Golpes contiene un mensaje esperanzador y positivo, defiende su director. Invita a la reflexión, a encontrar opiniones conciliadoras. “Creo que como especie hemos sido dotados de cualidades como la empatía o la capacidad de reconocer al otro como igual, y apelo a que eso sea posible. Es cuestión de voluntad. Que seamos capaces de revertir los datos del CIS”, dice el actor.

Tosar da vida a Sabino, “un hijo del agobio” en la película, como lo bautiza Cobos. Sabino es un hombre que ha ido acumulando piedras en la mochila, que ve un país cambiar tanto y él no consigue entender lo que pasa. Es un hombre que sufre por dentro. “Era bastante complejo su papel, era muy sutil; se tenía que ver que está viviendo desde dentro un conflicto interior, que son los difíciles de demostrar sin pasarse de frenada”, explica Cobos.