Familias de la residencia de Alzheimer Reina Sofía denuncian que falta higiene y terapia para los enfermos que pasan hasta 14 horas sin comer
El centro público está gestionado por Edad Dorada Mensajeros de la Paz del padre Ángel
Madrid
En la página web de la Comunidad de Madrid se dice que la residencia Fundación Alzheimer Reina Sofía es un "centro referente" destinado a combatir de una manera integral esta enfermedad. Pero las familias dicen que esa no es la realidad desde que en mayo del año pasado la gestión de este centro público la asumiera la asociación Edad Dorada Mensajeros de la Paz, del padre Ángel. Que hace falta, de manera urgente, que se revisen las ratios de personal del centro porque con la plantilla actual no se puede atender a estas personas que están enfermas y que necesitan ayuda 24 horas al día para comer o para que les cambien de postura. "Son personas que no pueden cuidar de sí mismas. Necesitan que les den de comer y tienen problemas para tragar. Dependen de otras personas absolutamente para su supervivencia", cuenta Paloma Rodrigo, que tiene a su madre Francisca, de 85 años, en esta residencia.
Las familias denuncian que las trabajadoras no dan a basto para atender a los enfermos y que eso supone que haya retrasos, en ocasiones de 14 horas, entre una comida y otra. También que la higiene sea deficiente, que haya caídas porque no hay una vigilancia constante de los residentes, que se produzcan heridas al moverlos porque lo hace solo una gerocultora y serían necesarias dos, o que falten cambios posturales a los residentes que están encamados, lo que les provoca la aparición de escaras. "Nosotros vemos como la calidad de vida, los cuidados, las terapias han entrado en decadencia hasta tal punto que las personas que viven allí están sufriendo. Un sitio donde los tienen como paquetes. Las personas que trabajan en el centro no pueden correr, no pueden dar de comer y duchar a 18 personas con una patología de este tipo", explica la hija de Francisca.
Nacho Varas tiene a su madre Dolores, de 87 años, en el centro. Cuenta que los residentes pasan muchas horas sin tomar alimentos. "Empiezan a cenar a partir de las 8 de la tarde y hay muchas veces que a las 11 de la mañana del día siguiente aún no han terminado de desayunar. Esto significa que pasan todo ese tiempo, todas esas horas, sin ingerir alimentos".
Por todos estos motivos, las familias piden que se le quite la gestión a Mensajeros de la Paz, que se aumente la ratio de personal, que se incremente la plantilla sanitaria con la figura de un geriatra y que se asegure la asistencia de lunes a domingo las 24 horas del día. Este viernes por la tarde se van a concentrar a las puertas del centro situado en Vallecas. El comité de empresa también denuncia que hay falta de personal y que lo han denunciado en varias ocasiones ante la Inspección de Trabajo.
"Compartimos edificio con un centro de investigación neurológica pionero a nivel europeo. No podemos permitir que mientras se investiga arriba y se buscan técnicas para paliar los efectos de la enfermedad abajo se les esté abandonando. Porque ellos no pueden hablar. Son los mejores clientes, como digo yo, porque no pueden quejarse", concluye Paloma Rodrigo.
Desde la Consejería de Familia, Juventud y Política Social dicen que la "ratio de personal de atención directa y gerocultores superior a la media de las residencias de la región" y que se están comprobando las quejas de las familias en las visitas de inspección. Aseguran que el pasado día 30 hubo una y que, si se verifica algún incumplimiento del pliego de condiciones del servicio, se abrirá el correspondiente expediente sancionador.
Cumplimos "escrupulosamente"
En Edad Dorada Mensajeros de la Paz su director de operaciones, Manuel Castro, dice de forma rotunda que los residentes "están bien cuidados" y añade que "no voy a decir que seamos la excelencia en la prestación del servicio, siempre hay cosas, en todas las residencias de cualquier operador, y tratamos de mejorarlas. Hemos dado voz y voto a las familias".
Aseguran que cumplen "escrupulosamente" con el pliego de condiciones y que tienen una ratio de personal por encima de lo que les marca la Comunidad de Madrid. "Lo que ocurre es que la realidad es muy tozuda y podemos poner algo más de lo que pide el pliego pero tampoco podemos hacer que un proyecto no sea sostenible, no perder dinero. Esto es así", subraya Castro quien concluye diciendo que "hemos solicitado a la Comunidad de Madrid retirarnos de este proyecto. Porque allá donde no nos quieren y donde no se ponen de acuerdo con nosotros para que podamos mejorar, pues no tenemos nada que hacer. Es como toparnos con una pared".
Elena Jiménez
Soy periodista desde hace algo más de un par...