El CEIP Julián Besteiro de Parla aplicará un nuevo método para facilitar el aprendizaje de las matemáticas

Parla

Si hay algo que distingue al CEIP Julián Besteiro de Parla es su apuesta por la diversidad, lo que le convierte en un centro preferente para el alumnado con Trastornos Generalizados del Desarrollo, TGD, pero también para estudiantes con desconocimiento del idioma. Así lo demuestra unas instalaciones repletas de pictogramas para que estos niños entiendan mejor la vida y las rutinas del centro o un Día del Libro, en el que una alumna cuenta un cuento, ya reflejado en pictogramas, en lenguaje de signos.

Con la guerra de Ucrania, en la recta final del curso, han visto como han llegado varios niños de este país que han tenido que ir al aula de enlace. Aquí comparten pupitres con otros menores de origen marroquí, mayoritarios en este aula, pero también niños chinos. “Es un paso que dura 9 meses y permite acercarles a nuestro idioma y alfabetizarles para poder continuar posteriormente en el aula ordinaria con las herramientas básicas ”, indica Laura Sánchez Maíz, directora del colegio.

Pero una de las cosas que distingue al centro es una metodología que apuesta por realizar un aprendizaje cercano. La nueva y ambiciosa propuesta para el curso próximo será poner en marcha en Educación Infantil el método ABN para facilitar el aprendizaje de las temidas matemáticas. “En vez de fijarnos en la cifra, se trabaja el número con material real y con mucho material manipulativo”, afirma. Un sistema que beneficiará sobre todo a los alumnos que tienen problemas de aprendizaje o de idioma. Igualmente apostarán a partir de septiembre por “incluir metodología Montessori, corriente pedagógica que aporta grandes beneficios”, según indica la directora.

Proyectos con la UAM y con financiación europea

Otra de las innovaciones del colegio pasa por la colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid, un proyecto de investigación científica en el que los alumnos investigan en el laboratorio “haciendo análisis de informes clínicos, analizan el funcionamiento de los pulmones, diseccionan un corazón de animal, por ejemplo”, después realizan sus conclusiones e informes y lo exponen en la propia Universidad, con todos estos ensayos clínicos y experimentos los alumnos aprenden mejor. Además, este curso se han incorporado al Programa Proa+, financiado por la UE, con el que han creado un huerto, han puesto en marcha la Escuela de Padres, Yoguilates , proyecto de mediadores de patios… muchas actividades que han tenido una gran acogida entre maestros, familias y alumnos.

Laura Sánchez, reconoce que todo este trabajo es posible gracias al “equipazo” de profesionales del centro, un Claustro “implicado a tope con la atención a la diversidad, que se desvive. Cada vez que aparece una formación nueva o un proyecto, tengo al 100% del claustro entregado”. Igual que se volcaron cuando llegó el confinamiento de la pandemia, llamando uno por uno a todos sus alumnos, ayudando a las familias para las tareas digitales, incluso facilitándolas la conexión a Internet gracias a la colaboración del Ayuntamiento parleño. De esa experiencia han surgido los talleres de digitalización que permiten ayudar a las familias a gestionar cosas como el email, pedir becas o solicitar un certificado digital.

Lo último en modernización, pasa por la presencia del colegio en redes sociales, una forma de que los padres conozcan “un poquito más el cole y las actividades que realizamos. Por ejemplo, el otro día vino un arqueólogo que estuvo trabajando con ellos en el patio, les enseñó a hacer fuego…, eso las familias no lo ven, sólo a través de redes sociales”.

A modo de conclusión nos dice Laura la importancia de dar visibilidad al gran trabajo que hacen los centros, la implicación de sus maestros, la actualización constante en metodologías y sobre todo , la atención e inclusión real de todo el alumnado.