Thierry de Peretti retrata cómo se construye un escándalo nacional a partir de una investigación periodística
En 2015 el periodista de Libération, Emmanuel Fansten, y el infiltrado del Estado, Huber Avoine, descubrieron un gran escándalo que apuntaba directamente a la mala praxis de la República Francesa en su particular cruzada contra el narcotráfico. Años después, Peretti reconstruye esta historia en 'Un escándalo de Estado'
Madrid
'Un escándalo de Estado' fue seleccionada en la Sección Oficial a competición de la 69 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián y ganadora del premio a Mejor Fotografía. Tres personajes encarnan las tramas de esta cinta que pretende exponer, a través de una historia sobre la droga, las ambigüedades del sistema político y mediático de Francia. Por un lado, tenemos a un topo infiltrado en operaciones de contrabando poco claras. Por otro, al jefe de la oficina antidroga de Francia que juega con los límites de la ley según le convenga y, finalmente, a un periodista que no deja de exponerse y que también se mueve por sus propios intereses. "Lo primero que me atrajo de esta historia es poner en escena a una pareja con dos personajes tan diferentes: el traficante y el periodista que tienen una relación tanto personal como profesional. Tenía la sensación de que era algo que nunca había visto en el cine y me interesaba llevarlo a la pantalla", asegura el cineasta.
Lo que a Peretti más le interesaba era mostrar cómo se fabrica un escándalo en un momento en que la verdad periodística está poco valorada: "También me interesaba mucho hacer autopsia de lo que es una investigación periodística hoy en día: quien cuenta qué, a quién se lo cuenta, quién decide que es un escándalo, sobre todo en esta época en la que el concepto de verdad no parece tan importante para los periodistas".
Esta cinta hace que nos preguntemos constantemente cuáles son los límites de la ley y si el fin justifica los medios. Para ello, Thierry utiliza ejemplos de gestiones irregulares, como el caso de España, que se sirvió de los GAL, los grupos antiterroristas de liberación, en su batalla contra ETA. Para el director: "Los estados centrales, ya sea Francia, España o Inglaterra siempre han tendido a pactar con el mal para combatirlo. En España tenían a los GAL para acabar con ETA. Es una tendencia histórica común a los estados, el problema aquí es que en vez de combatir la droga se convierte en una guerra de relatos; parece más importante lo que se comunica en la guerra contra la droga que la efectividad de la guerra en sí misma". Peretti basa su película en estas conexiones entre pasado y presente. Afirma que lo importante es saber que la gente que colaboró con los GAL en Francia obtuvo un permiso del Estado para traficar con droga en España y que es algo, de lo que todavía pagamos las consecuencias.
La película se adentra en el mundo de la investigación y sitúa al espectador en la redacción de un periódico, pero también en una oficina estatal y en un juicio sobre sobre difamación y corrupción. Por eso es tan complicado clasificarla en un solo género cinematográfico. "Realmente son muchos géneros al mismo tiempo", afirma. "Me gusta contar la vida de la manera más simple posible; es una película de investigación, también es una película sobre la droga. El cine que me gusta es el Hong Sang-Soo o el de Miguel Gomes. En cintas como esta, que tienen un corazón de cine negro, me pregunto cómo Hong Sang-Soo hubiera salido de esa parte de género tan definido".
'Un escándalo de Estado' se fija en la maquinaria que se pone en marcha para fabricar un escándalo nacional a partir del descubrimiento de una noticia y hace que el público sea crítico con todas partes implicadas: Estado, operaciones policiales y medios de comunicación son cuestionados en este thriller político con tintes de investigación.
Lydia Payo
Redactora de informativos y de la parte digital de Radio Madrid. Presentadora del Podcast 'Todo es Empezar'...