Monte Veritá: la primera comuna hippie del siglo XX
El cineasta suizo Stefan Jäger estrena 'La fotógrafa de Monte Veritá', un drama histórico basado en hechos reales sobre la antigua colonia de artistas, intelectuales y librepensadores que huían de las convenciones sociales
Madrid
El movimiento 'flower power' que reivindicaba el pacifismo como estilo de vida, la cultura alternativa, y el amor libre como forma natural de relacionarse no brilló por primera vez en California en los años sesenta, sino al sur de los Alpes suizos a principios del siglo XX. En 1900, un grupo de hombres y mujeres descubrieron una colina cerca de Ascona, un pequeño pueblo de pescadores, entre el norte de Italia y el sur de Suiza. Allí, estos reformistas utópicos se unieron para desafiar las convenciones sociales y sentaron las bases del movimiento hippie.
Hoy en día conocemos cómo vivían en este lugar gracias a las imágenes que se tomaron allí: escenas en blanco y negro de hombres y mujeres bailando alrededor de una hoguera, telas al vuelo, fotografías en movimiento y muchas de ellas incluso desenfocadas. 'La fotógrafa de Monte Veritá', última película del suizo Stefan Jäger, nos descubre esta historia a través de un personaje ficticio que representa el hastío generalizado por la sociedad burguesa y patriarcal: Hana Leiter, una joven madre de la alta sociedad de Viena que busca una cura física y espiritual. "Me hubiera encantado haber sido un niño en le periodo de la década de los 60, pero nací más tarde. En Suiza tenemos este precio lugar que nunca ha sido retratado en películas, más allá de algún documental. Durante la investigación descubrimos que en el siglo XX uno de los seis fundadores de la comuna, se había suicidado y fue muy conmovedor porque me hizo preguntarme cómo pudo ser que en un lugar tan bello alguien se quitara la vida", asegura el cineasta.
El Monte Veritá se convierte en un oasis en la montaña, un lugar de peregrinaje para artistas, bohemios y libre pensadores: Hermann Hesse, Isadora Duncan, Rilke o Kafka fueron algunos de los huéspedes que pasearon desnudos y tomaron baños de sol en este lugar. "Nuestro consejero histórico nos entregó una lista de todos los invitados que habían pasado por allí en 1906 y el periodo de sus estancias. Aunque la autoría de estas fotos -que conservan la esencia del sanatorio- se desconoce los guionistas decidieron crear un personaje ficticio que se debate entre los sentimientos de culpa hacia la familia que dejó atrás y la fascinación de encontrar su propia voz.
En la cinta se presta mucha atención a todos los detalles de este entorno natural mágico y aunque su estética recuerda a un cuadro de Monet, con tonos pastel, es la fotografía la que actúa como un elemento más de la película la forma en que la naturaleza permite respirar, moverse y sanar choca con la idea de permanecer inmóviles hasta que suena el fogonazo. "Durante la investigación encontramos muchas fotografías y la mayoría de ellas tenían cosas desenfocadas. Esto me gustó mucho porque para mí lo principal como cineasta es saber cómo mantener el movimiento y las fotografías nos ayudaron mucho e influenciaron nuestro estilo a la hora de grabar; visitamos muchos museos sobre fotografías, sobre las cámaras de aquella época. Hay todo un universo de las fotografías también haciendo referencia al cine porque es en esos mimos años cuando el cine también empezó a cobrar vida".
Además, en la comuna abordaban temas que hoy en día seguimos debatiendo: veganismo, maternidad, derechos de las mujeres, etc. Preocupaciones con las que a comienzos del siglo XX ya estaban comprometidos. Para alcanzar monte de la verdad, estos jóvenes -adinerados, por supuesto- tenían que recorrer varios kilómetros a pie desde el lago Maggiore, y dejar todas sus convenciones atrás; y en esta verdad, que incluía la búsqueda de la propia voz, la libertad individual y la creación artística, los fundadores de Monte Veritá fueron pioneros con temas que posteriormente veríamos defendidos en pancartas y manifestaciones en el Estados Unidos de los 60.
Lydia Payo
Redactora de informativos y de la parte digital...