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Amistades peligrosas en la adolescencia: "Cuatro horas en Tik Tok, pero ya está"

El inicio del curso arranca para muchas familias con un problema añadido: cómo limitar el uso del móvil cuando durante el verano no se ha hecho. Los especialistas advierten de la importancia de "rellenar los huecos" fuera del horario escolar mientras siguen aumentando las consultas de las familias alertadas por comportamientos que pueden apuntar una adicción a videojuegos o redes sociales. Todo pasa por el móvil

Amistades peligrosas: cuatro horas en TikTok

Madrid

Carlos tiene 13 años, su amiga Ana 14. Móvil en mano buscan en los ajustes del teléfono el tiempo de uso. "Hoy llevo dos horas y media", pero todavía queda mucha tarde por delante, apenas son las cinco. "Un día que esté aburrida me puedo pasar cuatro horas en Tik Tok, pero ya está". Con el arranque del colegio, tendrán que pasar de esas cuatro horas, a 10 minutos diarios. En fin de semana, se levanta algo la mano, una hora.

Empiezan las clases y con ellas el control de sus padres, con aplicaciones de limitación de tiempos uso programados desde sus propios móviles. Pero las excusas no les falten para intentar ampliar ese cerco, los grupos de clase con los que hacen la tarea por la tarde, los grupos de las extraescolares, del voleibol o los Kahoot, esos juegos con los que los profesores buscan reforzar en clase el aprendizaje. Todo pasa por el móvil, los videojuegos y las redes sociales con Instagram y sobre todo Tik Tok para los más pequeños.

Ocupar su tiempo

Ignacio Civeira, psiquiatra infantil del Centro Integral de Prevención e Investigación en Adicciones Comportamentales (AdCom) del Hospital Gregorio Marañón en Madrid, asegura que el 90% de las consultas que les llegan desde que pusieron en marcha el servicio hace apenas dos meses, están relacionadas con los videojuegos, el 10% restante se lo llevan las redes sociales.

Conductas adictivas entre los 12 y los 17 años que se manifiestan cuando los amigos o el deporte dejan de ser importantes para ellos, baja el rendimiento escolar o se muestran irascibles con tendencia al aislamiento. "La tecnología no puede ser un disfrute único, hay que ir por delante para prevenir" y lo mejor de cara al inicio del curso, con un horario marcado, es "rellenar los huecos vacíos", ocupando su tiempo libre con deporte, actividades extraescolares con las que socialicen "es fundamental". Pero sobre todo esto tienen que tener una base de autoridad y ejemplo, porque "no se les puede decir guarda el móvil, con un móvil en la mano".

El nivel de comunicación "es bastante precario y los adolescentes no lo ponen fácil, pero los padres también tienen que hacer por buscar intereses comunes que la favorezcan".

De cero a cien

A diferencia de las adicciones a sustancias, en el caso del uso del móvil "no se puede buscar una abstinencia total, como ocurre con el alcohol. Por eso, según Ricardo Hodan, psicólogo clínico en la misma unidad, el tratamiento de manera inicial pasa por restringir su uso, guardar el terminal para no cogerlo. Pero solo en un principio porque luego hay que dar "estrategias de control para que el paciente pueda autolimitar su uso, gestione sus impulsos y el manejo del tiempo.

"Los extremos no son buenos", asegura Civeira, porque "no se puede ir del todo a la nada". "Yo no creo que sea necesario el uso del móvil a diario para menores de 14 años, a partir de ahí se podría ver". "Sentido común", concluye.

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