Decenas de Erasmus españoles, tirados en Italia ante la falta de alquileres: "Hemos tenido que dormir en la estación de tren"
Alrededor de 70 jóvenes españoles denuncian la imposibilidad de acceder a una vivienda en Ferrara, así como haber sido víctimas de estafa y discriminación por parte de los locales. El consulado de España en Italia asegura que no tiene conocimiento de estos casos y que es un problema que viene de lejos
"En cada inmobiliaria me echaban a la calle por ser estudiante y español": el drama de un centenar de erasmus españoles atrapados en Ferrara
Madrid
Victoria todavía no se cree que su beca Erasmus haya empezado así: durmiendo prácticamente en la calle. Esta joven madrileña, que llegaba a Ferrara (en el norte de Italia) el pasado 14 de septiembre, se encuentra ahora con un problema que afecta —al menos— a otros setenta universitarios españoles: no hay pisos disponibles para ellos.
Ninguno se explica esta complicación, pero todos la sufren. La aparente escasez de vivienda provocó que una quincena de estos estudiantes tuviese que dormir en la estación de trenes del municipio italiano este domingo. “No teníamos otra opción: era eso o la calle. Y, sinceramente, nos pareció lo mejor. Al fin y al cabo, en una estación de trenes hay luz, más gente, seguridad y un techo. Sobre todo un techo porque, desde luego, se ha notado el frío estas noches”, dice Victoria, todavía afectada.
La imposibilidad de acceder a un alquiler resulta inexplicable para estos estudiantes, la mayoría de los cuales llegaron a Ferrara sin piso. “Nos dijeron que en verano iba a ser imposible alquilar, pero que en septiembre era más sencillo”, comenta otro joven.
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Los universitarios aseguran que sus compañeros, otros años, no habían tenido problemas. Sin embargo Javier, un sevillano de 21 años, todavía no ha dado con una sola opción. “Me he recorrido las asociaciones de estudiantes, el decanato, agencias… y nada. He llegado a hacerme 50 kilómetros en dos días pateándome la ciudad. Incluso me he ido a otros municipios, pero es que no es planteable”, cuenta.
Bolonia, Florencia, o Venecia —algunas a horas de camino— son algunas de las localidades que este joven y otros compañeros han visitado en busca de piso. En Ferrara, es imposible. “En cuanto llegas a una inmobiliaria, me daban negativas. Por ser estudiante, en primer lugar, y por ser español. Directamente me decían que no querían estudiantes españoles", dice Javier. De hecho, los jóvenes aseguran que, en cuanto ven un prefijo telefónico extranjero, muchos negocios ni siquiera atienden las llamadas.
La falta de un alquiler preocupa a estos universitarios, que han empezado el curso sin un lugar donde residir el resto del año. Sin embargo, las autoridades aseguran que este problema no es nuevo, tal como advierten desde el consulado español en Roma. Desde el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE), un órgano dependiente del Gobierno, afirman que en 2021 una de cada cinco solicitudes de la beca Erasmus fueron para residir en Italia. Por ello, las autoridades educativas piden a los estudiantes que nunca viajen sin tener un alojamiento cerrado, algo que universidades como la Complutense de Madrid recomiendan a los extranjeros que acuden a la capital para estudiar.
Sin embargo, algunos de estos setenta españoles aseguran que viajaron a Ferrara sin alojamiento porque, por teléfono o correo electrónico era imposible. "Llamamos a inmobiliarias y caseros, pero no hubo forma de que nos respondieran. Nos decían que viniéramos un poco antes de comenzar el curso, que así sería más fácil encontrar casa. Una vez aquí, en Italia, nos recorrimos toda la ciudad. Por ser estudiante te ponían pegas, al igual que por ser extranjero", comenta Julia, una universitaria madrileña de 21 años.
Algunos compañeros, fruto de la desesperación, se han visto obligados a aceptar ofertas disparatadas, como cuenta Javier. En algunos casos, asegura, alquileres superiores a los 600 euros al mes por alojarse en un sofá cama. "A mi me intentaron estafar. Un casero nos exigía el pago de una fianza de 800 euros con el contrato firmado y nos dijo que él ya nos haría llegar las llaves de alguna manera", relata este joven.
Los estudiantes pasan las jornadas a caballo entre la facultad y las calles de Ferrara, en busca de pisos disponibles. No obstante, conforme pasan los días, las oportunidades —y sobre todo el dinero— se agotan.
Victoria, cansada por la situación, intenta mantener la calma y continúa su búsqueda de pisos. "Esta misma mañana he ido a ver uno", dice resignada, como si supiera que no volverá a recibir noticias de ese propietario. La joven madrileña afronta las horas con la incertidumbre de dónde pasará las próximas noches, aunque tiene claro que se le terminan las opciones: "Mucha gente ya mañana estará en la calle. O volvemos a España o tocará dormir, de nuevo, en la estación de tren".
Erasmus españoles tirados en Italia: nadie quiere alquilarles una vivienda (asequible)
Agustín Rodríguez-Sahagún
Graduado en Derecho por la Universidad Pontificia...