El Boalo, Cerceda y Mataelpino es uno de los dos primeros municipios españoles con certificado Residuo Cero

El Boalo

El Boalo, Cerceda y Mataelpino, junto a Torrelles de Llobregat (Cataluña), se han convertido en los primeros municipios de España en conseguir el certificado Residuo Cero, con la acreditación de una estrella para la primera localidad y tres para la segunda. Se trata de un estándar europeo de certificación, evaluado por terceros, desarrollado por la organización Mission Zero Academy (MiZA) e impulsado por Zero Waste Europe, para acelerar la transición hacia el residuo cero y la implementación de la economía circular en los pueblos y ciudades europeas a nivel local.

Ambos ayuntamientos han pasado por un proceso de auditoría ejecutado por una persona externa, designada por Mission Zero Academy.

En el caso del Ayuntamiento de El Boalo, Cerceda y Mataelpino, ha recibido el soporte de la asociación ecologista Amigos de la Tierra, ya que ha ayudado a implementar, a lo largo de los últimos años, las medidas residuo cero, tales como como el servicios Reutiliza o la recogida selectiva “Puerta a Puerta” en viviendas, comercios y hostelería o el impulso del compostaje descentralizado. Además, Rezero ha sido auditora de esta localidad, aunque también ha sido la organización mentora de Torrelles de Llobregat.

Ambas organizaciones llevan años impulsando y reivindicando unas políticas Residuo Cero para incidir en el modelo de producción y consumo actual y que reduzcan la generación de residuos, así como la extracción de recursos naturales, y contribuyan a hacer frente a la crisis climática y ecológica actual.

En total, la certificación Residuo Cero se compone por 5 pasos, empezando por la expresión de interés en ser Residuo Cero por parte del municipio y siguiendo por la adquisición del compromiso de serlo, la implementación de este sistema, su certificación y la realización de mejoras anuales. La superación de cada uno de ellos se da con el apoyo y asesoramiento de entidades expertas en los campos de gestión de residuos y recursos. Asimismo, la evaluación para la certificación se desarrolla en torno a un sistema de puntuación, que incluye criterios obligatorios y criterios puntuables, que se califican según la ambición y el impacto de cada política implementada.

La suma de los puntos define el nivel de certificación del municipio y su posterior número de estrellas. Y, posteriormente, los municipios deben realizar un monitoreo de su actividad y mejoras anuales para potenciar los resultados alcanzados. Cada 3 años están sujetos a nuevas auditorías para confirmar su estado en la Certificación, con la posibilidad de subir de nivel, alcanzando un máximo de 5 estrellas.

Desde Amigos de la Tierra se anima a los pueblos y ciudades a que se sumen a este cambio indispensable para la protección del medio ambiente.

Por su parte, desde el Consistorio del municipio madrileño, se ha destacado la importancia del nuevos sistema de certificación para impulsar el compromiso de las localidades con una gestión más sostenible de sus residuos y de sus recursos.