Stray, maúlla si estás perdido

Fuenlabrada

La desarrolladora BlueTwelve Studio cumplió hace un par de meses el sueño de muchos amantes de los gatos: que una de estas mascotas protagonizara un videojuego. Pero no hablamos de gatos humanoides o con súper poderes: un gato con las capacidades y habilidades de un gato, que debe volver a casa tras perderse. Esto es Stray, un título que derrocha originalidad y amor por los felinos y sus comportamientos. Ahora, además, la distribuidora Meridiem Games ha apostado por su lanzamiento en versión física incluyendo seis tarjetas de arte en PS5. La versión para PS4 llegará el 8 de noviembre.

En Stray controlamos a un simpático gato anaranjado que ha perdido el contacto con su colonia y debe encontrar el camino de vuelta tras internarse en los suburbios de una ciudad oscura pero plagada de neones. Sus pocos habitantes son unos extraños robots humanoides, y precisamente con la ayuda de un pequeño dron volador nuestro peludo protagonista debe salir adelante.

Como apuntábamos antes nuestro gato no cuenta con habilidades especiales más allá de saltar ágilmente y agarrar con la boca pequeños objetos. Muchos de los puzzles o situaciones a las que debemos enfrentarnos pueden solucionarse con estas acciones, siendo clave observar bien los escenarios y buscar los puntos clave para ejecutar nuestro movimiento (que se realiza de forma automática tras la orden). Como apoyo fundamental para superar otras trabas contaremos con la ayuda del dron B12, y es que el verdadero súper poder es poder comunicarnos con él de forma que podamos avanzar y a la vez conocer su historia. Esta capacidad choca un poco con el tono general del juego, que nos guía de forma bastante natural y creíble en otros aspectos.

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Es indudable que el estudio BlueTwelve ha estudiado muy bien el comportamiento de los felinos a todos los niveles. Desde las posturas, a su movimiento y reacciones, como esa manía de empujar los objetos en los bordes hacia el vacío o cómo pegan el estómago al suelo cuando sienten algo extraño sobre su lomo. De hecho es muy placentero simplemente curiosear los escenarios en busca de saltos u objetos como coleccionables, algo muy gatuno.

Hablamos de un juego relajado, que nos permite hasta afilarnos las uñas en las alfombras para meternos un poco más en el papel del minino. Tiene ciertas secuencias de persecución y acción, pero la tónica general es pausada y nos permite recrearnos con la detallada construcción de sus entornos. No es un título largo, podemos completarlo en alrededor de cinco horas, pero consigue que conectemos con sus dos protagonistas y hasta con los decadentes suburbios que recorren.

Audiovisualmente Stray es un juego algo desequilibrado, con mucho más peso del componente gráfico que del sonido. Tanto el detalle del gato, como sus animaciones y los entornos lucen a muy buen nivel (sobre todo en PS5 y PC, también está disponible en versión digital para PS4), pero se echan de menos más efectos de sonido o que fueran más decisivos para el avance. Las únicas voces que escuchamos son los sintetizadores de comunicación de los robots (bueno, y los diferentes maullidos), y afortunadamente los textos están traducidos al español. Sobre todos estos detalles del juego y muchos más hemos conversado con Toni Asensio, responsable de comunicación y community manager de la distribuidora Meridiem Games, la encargada de traer la versión física a España. Hasta aquí el SER Jugones de esta semana, pasadlo bien.