"La sanidad pública se está deshaciendo como un azucarillo": los servicios rurales se revuelven contra el nuevo modelo de Ayuso
La nueva organización de la presidenta de Madrid con el abierto 24 horas ha sido rechazado por el personal de los SAR
"La sanidad pública se está deshaciendo como un azucarillo".
Madrid
"La sanidad pública se está deshaciendo como un azucarillo. Desaparece ante nuestros ojos mientras damos vueltas al café". El abierto 24 horas anunciado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, para 80 puntos de atención sanitaria sin contratar más personal, ha provocado el rechazo frontal del personal de los Servicios de Atención Rural, los SAR.
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Con la nueva organización, si no se modifica, mientras los médicos de los centros de salud de atención primaria podrán hacer guardias de forma voluntaria, el personal de los SAR dejará de estar adscrito a un centro.
"Nos podrían movilizar por toda la Comunidad de Madrid por necesidades del servicio", se lamenta Rocío Alañón, médica interina del SAR de Soto del Real, localidad al sur de la Sierra de Guadarrama, que después de veinte años en el mismo centro ha presentado su renuncia ante la Gerencia de Atención Primaria. Se hará efectiva el 5 de noviembre. Esa disponibilidad geográfica, hoy aquí, mañana en cualquier otro sitio, con "horarios imposibles", hacen muy difícil poder conciliar a partir de ahora.
Renuncia en la que le ha tomado la delantera Tomás Fernández, enfermero en los últimos diecisiete años del SAR de Mejorada del Campo. "Trabajar tardes, noches, fines de semana, sin horario fijo y pudiéndonos cambiar de centro de un día para otro".
"Nuestras plazas estaban adscritas a un lugar fijo, pero eso ahora desaparece. "Seremos un pool de médicos del que tirar" para cubrir esas urgencias extrahospitalarias, y eso "solo provoca incertidumbre". Los dos son interinos y vuelven a empezar. Saben que la carencia de personal les llevará a volver a trabajar pronto "pero eligiendo dónde y cuándo". En este caso dicen sentirse afortunados porque esa interinidad les lleva a poder buscar alternativas.
Desde la Consejería de Sanidad se insiste en que la reorganización de los servicios va a garantizar la continuidad asistencial, después del cierre de los servicios de urgencias de los centros de salud desde el confinamiento.
"Madrid no es solo la capital"
Madrid es mucho más que la capital y las grandes ciudades, con un hospital al que poder llegar rápidamente en taxi. Los 40 SAR repartidos por la Comunidad se encuentran en zonas de dispersión geográfica, que cubren también pueblos de la sierra donde los sindicatos, y los equipos que los componen, esperan un goteo de renuncias en los próximos días.
Sus trabajadores llevan tiempo reclamando más personal, para evitar situaciones como las que se han repetido este fin de semana en Colmenar de Oreja, Cadalso de los Vidrios, Villaconejos o Villa del Prado, donde se podía leer en un cartel pegado con celo en el cristal "Este servicio de urgencias se encuentra sin médico".
"La duda que nos queda" señala Rocío, es quién va a atender los turnos de noche de lunes a viernes o los fines de semana. Si son voluntarios será difícil de cubrir en muchos pueblos alejados. "Yo he atendido muchos dolores de oído, de espalda o de garganta, patologías no urgentes para evitar que acudan a los hospitales, pero también ictus o infartos".