Álex Longarela: “Todo lo que tenga motor y dos ruedas, es mi pasión”
El joven piloto mostoleño, Álex Longarela, nos ha visitado esta semana en nuestra sección “Y tú, ¿qué haces?” para contarnos su carrera deportista en el motociclismo durante la mayor parte de su vida
Y TÚ, ¿QUÉ HACES? ÁLEX LONGARELA HABLA DE SU PASIÓN POR LAS MOTOS-
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Móstoles
Álex Longarela puede presumir de dedicarse en cuerpo y alma a su pasión desde que tenía tan solo cuatro años. Su pasión es el motociclismo, un mundo lleno de adrenalina y peligros, pero que a él le enamoró en el momento que su padre le llevaba a ver las motos que entrenaban en el Xanadú. Quería probar, pero nunca se imaginó que iba a llegar donde está. Ahora dice que “todo lo que tenga motor y dos ruedas, es mi pasión”.
Comenzó siendo una actividad extraescolar para él, pero siempre se ha tratado de un deporte serio. Fueron pasando las categorías y como su padre vio que todo iba bien, le pusieron a entrenar más horas. Con seis años le federaron y en 2017 ganó su primer campeonato de España. Lo mejor de todo es que siempre se ha sentido apoyado por su familia. Cuenta la anécdota de lo complicado que es ponerse un mono, pero asegura que “cuando hay problemas así, ellos siempre han estado”, para ayudarle.
A pesar de tener solo 12 años, tiene una larga carrera en el motociclismo. Recuerda dos años con más cariño que los demás. El primero en 2019, cuando ganó su primer campeonato de MiniGP 110. Álex iba de prueba, como si fuera un entrenamiento, pero resultó que quedaba entre primero y segundo en todas las carreras. “Me sorprendí cuando quedé segundo en la primera carrera, después pensé que ya se podía”, afirmó el piloto.
El otro año que recuerda con cariño fue el primero que empezó con Moto 4, que no ganó, pero que compitió contra gente que ahora está en europeos. Lograr llegar hasta ese punto en ese momento le hizo pensar que puede contra ellos, aun estando en categorías mucho más altas y ya ganando. Aseguró que se trata de algo muy motivador.
En cuanto a los circuitos, Álex no tiene ninguno favorito, ya que cree que todos tienen su punto bonito. Hay algunos con las curvas más cerradas, más rápidas o con rectas más largas, pero independientemente del circuito, no quita la alta posibilidad de accidentarse. "He tenido un montón de caídas rápidas y peligrosas, pero jugando en una curva en MiniMoto, cuando empecé, me caí despacio y me rompí la clavícula”, explicó el piloto mostoleño.
Como tiene 12 años, tiene que ir al instituto, aunque dice que es muy complicado compaginar el motociclismo con los estudios. Las semanas de carrera tiene que faltar hasta tres días para poder llegar cuanto antes al lugar del circuito y entrar con la caravana. “Allí no hay tiempo para nada”, explica, por lo tanto, intenta sacar todos los huecos posibles para estudiar. Y es pronto para hablar del futuro, pero Álex Longarela tiene muy claro que quiere seguir ligado a las motos de cualquier manera y alcanzar uno de sus sueños que es competir al lado de Marc Márquez.