"Hay que venir con botas de agua": La reapertura de las obras de Sol convierte la plaza de Madrid en un barrizal
Las lluvias que han caído en Madrid desde el pasado sábado, cuando se abrió a los peatones la Puerta del Sol, se han mezclado con la tierra y el polvo de las obras creando charcos de barro en pleno centro de la capital.
Madrid
Desde que el sábado reabriera la madrileña Puerta del Sol, después de ocho meses en obras, miles de turistas y madrileños se han acercado para pasear, pisando sus adoquines. Sin embargo, las lluvias del domingo y del lunes están provocando que, además de baldosas, los paseantes pisen barro.
Y es que el Ayuntamiento de Madrid se comprometió a abrir parcialmente la céntrica plaza para favorecer el tránsito de personas durante este puente de diciembre, con las obras -cuya finalización está prevista para primavera de 2023- a medio terminar.
Más información
Como resultado, la plaza se encuentra salpicada, cada pocos metros, por zonas sin adoquinar, cubiertas por cemento o, incluso, zonas de tierra o gravilla al desnudo. Al llegar las lluvias, esas zonas se han convertido en charcos de lodo.
Turistas venidos de toda España a pasar el puente a Madrid, además de ciudadanos madrileños, han notado a simple vista estos inconvenientes. "Aquí hay que venir con botas de agua para no ponerte perdido de barro", señala Pedro, un joven de Valladolid. "Y con el agua las imperfecciones del cemento no se ven y alguien se puede tropezar", añade María, una amiga que está con él.
Desde la oposición, Más Madrid y PSOE han criticado duramente la falta de previsión que, según ellos tiene el Gobierno municipal de José Luis Martínez-Almeida. En Twitter, la portavoz municipal de Más Madrid, Rita Maestre habla de "gestión chapucera" y se pregunta qué pasaría si esta situación hubiera ocurrido bajo el mandato de Manuela Carmena.
Los socialistas, por su parte, hablan de "lodazal para vecinos y turistas" y piden que el alcalde Almeida aclare "qué problema ha habido y a qué responde esta nueva falta de previsión". Además, la portavoz socialista en el consistorio, Mar Espinar, achaca el que se haya llegado a este caos a que el dirigente popular "quería sacar pecho delante de Ayuso".
Los nuevos bancos de hormigón, convertidos en piscina
El diseño de los nuevos bancos de hormigón instalados en Sol, que parecen diseñados para impedir que se tumben las personas sin hogar, hace que en ellos se formen balsas de agua estancada.
El motivo: que la inclinación es hacia su interior, en lugar de hacia el exterior, por lo que el agua no cae al suelo y se estanca; impidiendo así que los transeúntes puedan sentarse a descansar en un día lluvioso.
Además, la mayoría de ellos están rodeados por trozos de cemento o de barro que dificultan, igualmente, el acceso a ellos.
Adrián del Pozo
Periodista de informativos en los fines de semana....