BUNJI, o el amigo australiano en Madrid
Bunji
La imaginación es el único límite a la hora de crear espacios habilitados para la restauración. Una prueba es BUNJI; un restaurante multi espacio inspirado en Australia que convierte sus dos espacios en Madrid y Majadahonda en un concepto único.
BUNJI logra combinar cierto matiz disruptor con una imagen ambientada en el concepto australiano. Se ayuda de recursos tecnológicos, del humor en su decoración y en la buena cocina, inspirada en la cocina internacional.
BUNJI en australiano viene a ser lo que en castizo es colega, o compañero. El nombre de esta cadena de restaurantes se puede palpar en todo su espacio. No es casualidad que grandes empresas españolas afincadas en Madrid hayan elegido BUNJI “THE PLACE” como el lugar donde cerrar sus celebérrimas fiestas de navidad.
“Sólo con ir al baño de BUNJI sabes que es un sitio especial”, comentan algunas y algunos de los asistentes a estos restaurantes que, desde su primera apertura en 2021, no han dejado indiferentes a nadie.
Bunji Majadahonda
Bunji Majadahonda
Buena música y buena comida
Australia es, desde hace años, un lugar de referencia para escapar de la monotonía. Su variedad de paisajes, su belleza natural, y su pasión por el deporte al aire libre se añaden a su excentricidad culinaria. BUNJI trata de plasmar esos valores a través de recintos abiertos, con colores vivos y emplazamientos confortables.
BUNJI cuenta con dos restaurantes. El primer restaurante que abrió la cadena, ubicado en la calle Juan Ramón Jiménez 26, se enmarca en lo que otrora era El Corral de la Pacheca. Ahora, convertido en la embajada culinaria de Australia en Madrid tiene como objetivo ser un reflejo de lo que es viajar a las antípodas, pero con la mejor banda sonora de fondo. Las actuaciones, y la música en directo son una constante en BUNJI cualquier día de la semana.
El nuevo espacio BUNJI en Majadahonda, en la Avenida de los Claveles, 57, supone una evolución hacia el espacio abierto. Su arquitectura te hace, verdaderamente, situarte en Melbourne, o en alguna de las playas vírgenes de Australia, meca de los surfistas más avezados.
