La mayoría de las ciudades españolas incumple la obligación de acotar zonas de bajas emisiones en 2023

Madrid

Las ciudades españolas desarrollan a diferentes velocidades las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) que restringen el paso de los vehículos más contaminantes para mejorar la calidad del aire que respiramos. La puesta en marcha de las Zonas de Bajas Emisiones es una de las medidas principales de la Ley del Cambio Climático y Transición Energética.

La nueva normativa, aprobada en mayo de 2021, establece la obligación para las ciudades de más de 50.000 habitantes de contar “antes de 2023” para vehículos contaminantes. La norma afecta a 149 ciudades que suman más de la mitad de la población española.

De entre las ciudades estudiadas, con datos aportados por la red de emisoras de la Cadena SER, Madrid, Barcelona, Pontevedra, Logroño o L’Hospitalet de Llobregat disponen ya de zonas de bajas emisiones mientras otros municipios como Sevilla y Ciudad Real han restringido zonas del centro al tráfico y han aprobado diferentes medidas de movilidad sostenible. Otras ciudades como Vitoria, Santiago de Compostela, La Coruña o Cartagena están implantando progresivamente medidas que culminarán en la creación de estas zonas de baja contaminación.

Los incumplimientos estrictos de la normativa de bajas emisiones afectan a municipios de todos los colores políticos. Todos conocían desde hace dos años que la norma entraría en vigor en 2023 pero ahora aducen diferentes razones para respaldar su falta de previsión.

Algunos consistorios argumentaron el año pasado la falta de un reglamento que desarrolle la norma y otros, como Valencia, la ausencia de presupuesto porque no han llegado los fondos europeos Next Generation, que contemplan partidas para estos desarrollos urbanísticos

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Precisamente el reglamento de bajas emisiones acaba de ser aprobado por el Consejo de ministros el pasado mes de diciembre

¿Qué dice el decreto del gobierno?

Ante los previsibles incumplimientos de muchas ciudades, el real decreto del gobierno establece requisitos mínimos. Incluye las ciudades que tienen más de 50.000 habitantes, las islas Baleares y Canarias, y los municipios de más de 20.000 habitantes que superen los límites legales de contaminación. Afecta, por tanto, a casi 150 ciudades españolas afectadas.

Los requisitos mínimos y, pactados con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), obligan a desarrollar estas zonas de bajas emisiones, y a aprobar planes de movilidad sostenible con medidas de mitigación de emisiones con objetivos medibles y cuantificables. Además, establece programas para reducir el ruido, transportes públicos más eficientes y planes modales como aparcamientos disuasorios para dejar el coche privado fuera del centro de la ciudad. Hay excepciones de entrada de vehículos contaminantes en estas zonas restringidas por razones justificadas, por ejemplo, vehículos de emergencias o de recogida de basuras.

Los diferentes ritmos de las ciudades españolas

En Madrid, si funcionan dos zonas de bajas emisiones, los vehículos sin etiqueta ambiental no pueden circular por el interior de la M30 y ni por esta vía de circunvalación desde el 1 de enero de este nuevo año. Además, han pedido una moratoria de un año para que los transportes de mercancías con etiqueta B sigan accediendo a las zonas restringidas de emisiones.

En Cataluña, solo 7 de las 23 ciudades afectadas han desarrollado estas zonas. En Barcelona, está operativa la zona de bajas emisiones desde el año 2020 y los vehículos más contaminantes no pueden circular por la ciudad, al igual que en Esplugues, Cornellà, y L'Hospitalet de Llobregat. Otras ciudades como Tarragona, Reus, Lleida o Girona no las han implantado.

Listado de algunas ciudades españolas que están desarrollando las nuevas zonas de bajas emisiones

En Galicia, Pontevedra es un ejemplo de cumplimiento de bajas emisiones en toda la ciudad mientras que otras ciudades como Vigo piden más tiempo, y Santiago de Compostela y La Coruña solo tienen diseñada el área.

Valencia espera la llegada de fondos europeos para desarrollar la zona y ultima su reglamento al igual que Toledo. Sevilla ha restringido el tráfico en el centro al igual que Logroño. En Aragón, Zaragoza tiene la propuesta sobre la mesa mientras Valencia espera los fondos europeos para desarrollar la norma gubernamental. Valladolid ya tiene aprobado su reglamento. Pamplona ha instalado medidores de contaminación, pero no tiene cerrada la zona de bajas emisiones. También van retrasadas las principales ciudades de Cantabria, Baleares, Canarias y Asturias.