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"Tres años para pagar la hipoteca, treinta para demostrar mi vocación": los médicos de ida y vuelta reivindican mejores condiciones y estabilidad

Las grandes ciudades como Madrid o Barcelona han dejado de ser imanes para los médicos. Frente a la precariedad buscan estabilidad en sus contratos, dentro de España o a miles de kilómetros

"Tres años para pagar la hipoteca, treinta para demostrar mi vocación": los médicos de ida y vuelta reivindican condiciones y estabilidad

"Tres años para pagar la hipoteca, treinta para demostrar mi vocación": los médicos de ida y vuelta reivindican condiciones y estabilidad

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Madrid

Cada mañana cogen el coche y se hacen más de 70 kilómetros, vuelven a casa en los primeros trenes comentado con sus compañeros cómo ha ido la noche de guardia, o descabezando el sueño durante los 35 minutos que dura el trayecto entre Toledo y Madrid. Otros, deciden cambiar su lugar de residencia, dejar la capital para colocarse cada mañana la bata blanca en el Hospital Universitario de Toledo.

Es fácil comprobar a diario el trasiego de médicos, ese ida y vuelta. La pregunta de qué los lleva a hacerlo, cambiar grandes hospitales de referencia y una carrera profesional posiblemente con más recorrido, tienen rápida respuesta: "Me han ofrecido estabilidad".

Estabilidad, es la palabra que repiten Laura, César, María y Aitor. Médicos adjuntos y residentes de cuarto año en el Hospital Universitario de Toledo. El problema, coinciden, no es que falten médicos, en Madrid o Barcelona. El problema son las condiciones que ofrecen según qué comunidades autónomas. Hablan de condiciones, no de sueldo.

"La hora de guardia se paga un poco más, aunque el sueldo base es el mismo que me ofrecían en Madrid, 1.200 €". Pero lo que realmente decanta la balanza son los contratos. Contratos que les ofrecían renovar mes a mes, e incluso semana a semana, frente a tener asegurados en su caso al menos dos años por delante. "Yo podría trabajar en Madrid, soy de allí, mi familia está allí", cuenta María, pero el contrato decidió por ella.

Hacer la "mili" y pagar la hipoteca

La conversación en un tono distendido, lleva de la huelga convocada en la atención primaria madrileña, "aunque la población pueda no entenderlo, a veces hay que parar", al cambio en las preferencias de los médicos a hora de elegir destinos. "Antes había comunidades a las que nadie quería ir, Extremadura, Castilla-La Mancha o Castilla y León. Pero ya no".

"Madrid y Barcelona, son ciudades que volverían a ser imanes para nosotros, pero las condiciones son tan catastróficas que la gente no quiere ir". Porque repiten "médicos hay, pero cada vez son menos los que quieren seguir trabajando con esas condiciones tan injustas".

"La formación y la responsabilidad hay que compensarla y que no suene elitista". "Nos hemos formado lo suficiente como para que no tener que firmar un contrato diario y que te racaneen condiciones". "No te falta el trabajo, muy pocos médicos están en paro, pero la precariedad no interesa porque es un sistema que perpetúa el trabajo precario".

"Algo tan básico como acumular las vacaciones como todo el mundo y poder hacer un viaje, no por días sueltos a vencimiento de contrato", añade Luis. Los cuatro coinciden: "Esa supuesta vocación que tenemos que tener para salvar vidas no se come".

De eso, aseguran, se está aprovechando la sanidad privada y otros países que se llevan el talento "y las ganas que tenemos". "Me gustaría mucho seguir trabajando en la pública, reconoce Aitor, tengo esa vocación, me encantaría tratar a todo el mundo por igual, pero si puedo pasar tres años fuera, hacer esa mili y volver con la hipoteca pagada, tendré los siguientes treinta años para la vocación".

 
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