La 'capa de invisibilidad', un poco más cerca: así es el proyecto en el que trabaja el IMDEA Materiales de Getafe
Es una de las investigaciones en metamateriales que desarrolla este instituto de la Comunidad de Madrid y que puede tener aplicaciones en medicina, aeronáutica o comunicaciones
René Pernás es investigador en IMDEA Materiales en Getafe / Andrew Johnston
Getafe
“Harry sólo había heredado una cosa de su padre: una capa larga y plateada para hacerse invisible”, así se describe en ‘Harry Potter y la Piedra Filosofal’ uno de los elementos más reconocibles de la saga del joven mago, un objeto que, aunque puede sonar a fantasía, está más cerca de lo que imaginamos y con Getafe jugando un papel destacado.
En concreto en el Instituto de Estudios Avanzados IMDEA Materiales que se encuentra en el Polígono Industrial Tecnogetafe se trabaja con los metamateriales dentro del grupo de investigación Metamateriales Acústicos y Mecánicos.
En ‘Hoy por Hoy Madrid Sur’ nos ha visitado René Pernas, investigador del programa Conex Plus de la UC3M con ayuda del programa Horizonte 2020 de la UE, y que es investigador en IMDEA Materiales.
El investigador René Pernas en los estudios de SER Madrid Sur / Cadena SER
La clave en la consecución de la invisibilidad tiene que ver con lograr la curvatura de la luz.
“Los objetos absorben o reflejan la luz. La única forma para lograr transparencia es que la luz que incide detrás del objeto lo contorneé y recupere su dirección original una vez lo sobrepase”, ha resumido.
Es un buen ejemplo de lo que pueden conseguir los metamateriales.
“Los metamateriales son una clase relativamente nueva de materiales sintéticos con propiedades físicas únicas que no encontramos en los materiales que conocíamos. La clave esta su microestructura”, explica Pernas.
Su aplicación pueden llegar a sectores como el de la aeronáutica o la comunicación como “para mitigar la contaminación acústica, crear objetos invisibles, antenas de comunicación, radares militares…”, enumera.
Es cierto que los pasos son lentos y se puede demorar “cinco o seis años”.
