Cómo invertir en vivienda sin comprar un piso

Invierte en vivienda sin hipotecar tu tiempo

Con las nubes cerniéndose sobre el panorama económico, el primer deseo de muchos para 2023 es, simplemente, no sea peor que 2022. Los efectos de la inflación y la subida de los tipos nos acompañarán aún durante meses. Esos agujeros que todos taparíamos con el dinero de un concurso o de la lotería se han hecho algo mayores en 2022. Pero, si soñamos con quitarnos la hipoteca, como para pensar en comprar pisos…
De hecho, tradicionalmente, cuando los españoles juntamos algún dinero, la inversión en vivienda es una de las fórmulas más socorridas. El ladrillo ofrece una idea de protección casi instintiva ante las inclemencias. Es una reserva de valor que crece con el tiempo. Y es un activo tangible, una prueba sólida de lo que los ahorros pueden conseguir.
Pero por eso muchos confiamos en la suerte –un euromillón– para lograrlo. Invertir en vivienda no es fácil. El primer inconveniente es el dinero. Entre gastos e impuestos, hay que tener ahorrado casi el 30% del valor de la casa. Eso si te hace falta pedir una hipoteca, que es lo que ocurre en la mitad de los casos –sí, la otra mitad compra al contado…–.
Si reúnes el capital y te compras la casa, ahora tienes que ganarte la rentabilidad. (Suponemos que has elegido una buena ubicación y una vivienda sin taras…). Te tocará lidiar con las reparaciones, las reformas… Luego, enfrentarte a la búsqueda del inquilino adecuado, si la idea es ponerla en alquiler, o decidir cuándo, cómo y a quién se la vendes (si la intención era esa).
Invierte en vivienda sin hipotecar tu tiempo
Te daré una buena noticia. No tienes que pasar por todo eso para ser inversor inmobiliario. Mediante la inversión en crowdfunding inmobiliario, puedes hacerte con un pedacito de una vivienda –¡o incluso de una mansión!– con una fracción del dinero que costaría comprarla. Por ejemplo, 500 euros, si lo haces con Urbanitae. Y sin el estrés de lidiar con bancos o con seres humanos desconocidos.
Suena extraño, pero no puede ser más sencillo. El crowdfunding inmobiliario consiste en juntar a muchas personas para financiar un proyecto inmobiliario. Y es que es más fácil reunir el dinero necesario para comprar una vivienda si en vez de ser uno solo te buscas 500 socios. La cosa cambia tanto que se puede aspirar a mucho más que comprar una casa y reformarla.
En Urbanitae, un proyecto típico tiene como objetivo financiar la construcción de una promoción de viviendas de obra nueva. Inversores y promotor se convierten en socios –ambas partes suelen aportar capital propio–. Cuando la última de las viviendas se ha vendido y entregado, esa sociedad se disuelve, repartiendo los beneficios entre los participantes.
Por descontado, puede que no haya beneficios: toda inversión, por definición, entraña riesgos. Pero Urbanitae trata de minimizarlos, de dos formas. Primero, solo trabaja con promotores inmobiliarios con una trayectoria acreditada. Y, segundo, establece condiciones y criterios exigentes para reducir la exposición del inversor. Además, es conservadora en sus estimaciones.
Rentabilidad y poco riesgo
Hasta la fecha, ha cerrado al 100% 18 proyectos: la rentabilidad anual media para los inversores ha sido del 18%. Los resultados son muy positivos, sobre todo si tenemos en cuenta que muchos proyectos han sufrido la pandemia y el encarecimiento de los costes de construcción de los últimos meses. Los inversores parecen estar satisfechos.
Así que, ¿por qué no refuerzas tus finanzas por lo que pueda pasar? Desde solo 500 euros, puedes presumir de ser propietario y sacarle una rentabilidad a los ahorros que viene mejor que nunca con esta inflación. Sin costes ni comisiones. Pruébalo. Puedes registrarte gratis a través de la app de Urbanitae (en Android e iOS) o en su página web… y seguir dejando 20 euros para un décimo.




