Yolanda Cabrero, Amyts hospital de Getafe: “Tras la COVID todo ha empeorado en vez de mejorar”

Getafe

Yolanda Cabrero, delegada de Amyts en el hospital de Getafe, recuerda que antes del COVID los sanitarios ya sufrían unas malas condiciones laborales, con mucha carga asistencial y cada vez menos recursos, pero la pandemia todo lo empeoró, provocando el agotamiento general de los sanitarios, que pensaban todo cambiaría tras la pandemia. “El COVID fue una etapa terrible. Pensábamos que a partir de ahí las instituciones darían un vuelco y mejorarían nuestras condiciones, pero no sólo no han mejorado, sino que han empeorado”, afirma en una entrevista en SER Madrid Sur.

Cabrero es una de las profesionales que esta mañana se han manifestado por las calles de Madrid, convocadas por los sindicatos Amyts y AFEM, quienes han hecho un llamamiento a la huelga en la atención hospitalaria del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) para hoy y mañana, ante la negativa de la Consejería de Sanidad de abrir negociación para solventar los problemas actuales. En la zona sur de Madrid unos 1.500 médicos de los hospitales de Fuenlabrada, Severo Ochoa de Leganés, Getafe e Infanta Cristina de Parla, estaban convocados a esta protesta.

Plantillas ajustadas, temporalidad…

La presión que supuso la atención en tiempos de COVID ha hecho que muchos profesionales opten por reducción de jornadas, premisos sin sueldo o excedencias, “para poder soportar tanta presión”. Algo que repercute en unos servicios ya de por si muy justos, según Cabrero. A esto hay que sumar plantillas inestables, con un elevado nivel de precariedad y temporalidad elevadísimo. “En los servicios de Urgencias, en mi hospital, por ejemplo, prácticamente el 100% de los facultativos son personal no fijo. No puedes encauzar una vida encadenando continuamente contratos precarios”, dice la representante sindical. Si a esto le sumamos, según cuenta, que tardan en salir las oposiciones y en resolverse, encontramos un panorama bastante tensionado en el sector.

Cabrero, anestesista en el hospital getafense, cree que el ciudadano entiende las protestas como necesarias y “saben que no es una huelga política” como dicen desde la Comunidad de Madrid. En general, afirma, sentir el apoyo de los pacientes porque saben que su lucha es “para conseguir más recursos y atender mejor a las personas”.

Un ejemplo de ese mal funcionamiento, afirma, es la saturación de muchas urgencias, como estos días se está denunciando en Getafe, con pacientes en pasillos y una demora de 48 horas para ingresar en planta. “Se habla de picos de incidencia, pero cuando esos picos son continuos no puedes considerar que es un pico asistencial, sino la norma. Las urgencias están siempre muy tensionadas” y ahora con el frío y la huelga de Primaria mucho más. “Todos son vasos comunicantes y si uno no funciona el otro se resiente”.

La Consejería de Sanidad ha establecido para estos dos días de huelga de facultativos unos servicios mínimos que no superan el 35 %, ante el desacuerdo de los sindicatos convocantes.