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Condenado a dos años de cárcel un empleado de una residencia por abusar de una anciana de 94 años

La dirección del centro activó el protocolo de malos tratos y comunicó los hechos a la Dirección General del Mayor

Una empleada de la limpieza trabaja en una residencia de mayores / GAIZKA IROZ

Madrid

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a un empleado de una residencia por abusar de una anciana de 97 años. La sentencia fija una pena de dos años y dos meses de cárcel para el acusado, empleado de un geriátrico del barrio de Pacífico de la compañía Los Nogales, compañía que, como recoge este fallo, activó de manera inmediata el protocolo de malos tratos y comunicó los hechos a la Dirección General del Mayor de la Comunidad de Madrid. Debe hacer frente a la responsabilidad civil subsidiaria al ser el condenado trabajador de su plantilla.

El trabajador también recibe la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la víctima y queda inhabilitado durante 3 años para el ejercicio de su profesión: auxiliar de enfermería. Es el resultado de quedar acreditado que perpetró un delito de abusos sexuales sobre una de las residentes de ese centro: una mujer de 94 años a la que realizo tocamientos en zonas intimas.

Fue la propia mujer la que puso en conocimiento los hechos, tras comprobar como el condenado la colocaba mal el camisón dejando al descubierto el pecho. Entonces comenzó a tocarla de tal forma que la hizo daño. El centro abrió expediente al trabajador, le cambió de planta y siempre con otro empleado al lado que le controlaba. Finalmente fue despedido.

El acusado negó los hechos aunque reconoció "errores" por su inexperiencia

Además de la pena de prisión e inhabilitación, tendrá que indemnizar a la víctima con 3.500 euros en concepto de reparación del daño moral.

La pena, agravada por la vulnerabilidad de la anciana, se establece de acuerdo con la redacción del Código Penal previa a la aprobación de la conocida como ley del solo sí es sí, vigente cuando se produjeron los hechos y más favorable al reo.

En el juicio, celebrado el pasado 2 de febrero, la anciana ratificó que el hombre le tocó el pecho y le pellizcó los pezones, mientras que el acusado, para quien la Fiscalía pedía tres años de prisión, negó los hechos, aunque reconoció que pudo cometer "errores" por su inexperiencia. Los magistrados aseguran en su auto que la víctima fue "clara a la hora de definir la conducta del acusado a la que atribuye un inequívoco sentido sexual" y que, pese a la negación del delito por parte del trabajador de la residencia, es la versión de la denunciante la que logra convencer al tribunal.

Los hechos ocurrieron en agosto de 2019 en una residencia privada del barrio madrileño de Pacífico, cuando el empleado llevaba solo un día trabajando allí.

A la hora de acostar a los residentes, entró en la habitación de la mujer, le "metió la mano por debajo del camisón" y le hizo tocamientos en ambos pechos durante "mucho tiempo", según declaró la anciana, que tenía entonces 94 años.

La hija de la víctima recordó durante el juicio que, según lo que le contó su madre después de que ocurrieran los hechos, el acusado "hizo comentarios sobre sus pechos" y que su madre "lloraba cada vez que hablaba de lo ocurrido".