El enésimo frente sanitario que se le abre al Gobierno de Ayuso: los inspectores de Sanidad de Madrid piden medidas cautelares contra su reordenación

Madrid

Primero fueron los sanitarios de las Urgencias Extrahospitalarias, luego los médicos y pediatras de Atención Primaria, después los facultativos de los Hospitales a los que siguieron los sindicatos que representan al resto de categorías. Los últimos en protestar por sus males condiciones laborales habían sido los trabajadores del centro de atención de llamadas del SUMMA 112. Hasta hoy. La Comunidad de Madrid añade un nuevo colectivo sanitario a la larga lista de frentes que tiene abiertos. Los técnicos superiores de Salud Pública, conocidos coloquialmente como 'Inspectores de sanidad", han llevado hasta los juzgados su protesta por la reordenación que quiere poner en marcha la Consejería de Sanidad y que supondrá su traslado a un solo edificio en la capital.

Los inspectores han presentado medidas cautelares ante un juzgado madrileño, según ha podido saber Radio Madrid, para paralizar esta decisión de la Consejería que, según su versión, dificultará la eficacia de la inspección alimentaria y ambiental, y afectará a la salud de todos los madrileños. "Es un auténtico disparate. Desde el punto de vista técnico, porque dificulta nuestras actuaciones y desde el punto de vista económico porque se van incrementar notablemente los costes que supone para la ciudadanía. "Rafael Roca es Técnico Superior de Salud Pública de la Consejería de Sanidad y uno de los 31 miembros de este colectivo que forman unos 120 trabajadores.

Se dificulta el control de enfermedades

Actualmente, estos profesionales están distribuidos en unidades por todo el territorio de la Comunidad. Entre sus actuaciones de prevención para proteger la salud pública está el control de alimentos, inspeccionar la seguridad alimentaria en restaurantes, colegios, centros de mayores y hospitales así como controlan la calidad del agua. Pero con el nuevo modelo centralizado, los inspectores creen que se dificultará la inspección rutinaria de establecimientos o el control de enfermedades de los municipios más alejados de la capital. "El cambio fundamental es hacer desaparecer estas unidad técnicas y centralizar a todo el personal y a todos los medios técnicos en una única ubicación en el municipio de Madrid" remarca Roca.

Estos profesionales consideran que los cambios podrían traducirse en un aumento de infecciones además del incremento económico del gasto público . "No hay que ser una persona muy inteligente para saber que disponer de un mayor número de oficinas repartidas a lo largo de toda la Comunidad de Madrid va a hacer que el traslado a estos establecimientos sea infinitamente mas rápido y ágil".

Medidas cautelares "antes de que sea irreversible"

De momento, la Consejería no confirma cuando se llevará a cabo el traslado completo aunque, según estos técnicos, ya está en marcha y ya hay unidades que están empezando a desmantelarse. De ahí que hayan decidido dejar el caso en manos de un abogado que ha presentado es martes medidas cautelares: "Es la paralización de este cambio administrativo antes de que sea irreversible" subraya Roca. "Las medidas cautelares se solicitan y se acaban aceptando cuando un hecho no puede ser posteriormente reparable". La respuesta la tendrán en los próximos días.

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La Consejería considera que permitirá "mayor especialización"

Desde la Dirección General de Salud Pública, dependiente de la Consejería de Sanidad, aseguran viene trabajando "en la reorganización de la estructura y en dotarla de más recursos para adaptarla a las necesidades actuales y previstas a medio plazo". Fuentes de este departamento señalan que la reordenación pasa por "integrar a los profesionales que realizan idénticas funciones" en un mismo centro, lo que, a su juicio, "permitirá un mayor conocimiento de su área de trabajo, mayor especialización y uniformidad de criterios en la actuación de cualquier municipio de la Comunidad de Madrid".