Ian Gibson: "¿Por qué no tuvo España sus juicios de Nuremberg?"
El escritor irlandés publica en Tusquets "Un carmen en Granada. Memorias de un hispanista dublinés", XXXV Premio Comillas de Ensayo.
Ian Gibson, media vida buscando a Lorca
Madrid
“Soy plenamente consciente de que este autorretrato no es el de una persona agradable, sino el de un ser obsesivo empeñado sobre todo en que los demás lo admiren, o por lo menos le hagan caso. El hecho es que jamás me he gustado. También, que sin el dinero de mi padre nada de lo que he conseguido habría sido posible. A veces considero que mejor me habría ido suicidándome de niño...Y luego, un día, se produjo el milagro de mi descubrimiento de Lorca y, con él, de mi vocación biográfica.” Este autorretrato está recogido en las páginas del libro de Gibson, un ensayo en el que repasa su biografía tanto personal como profesional.
Su familia era metodista, una rareza en la Irlanda masivamente católica de mediados del siglo pasado. Él mismo califica al metodismo como una secta que “preconiza una gran rigidez de principios” y cree que el haber pertenecido a una familia practicante de esa rama del protestantismo ha marcado su vida para bien y para mal, pero fundamentalmente para mal.
Tuvo una madre con un fuerte carácter, y con ella mantuvo una relación tormentosa. Su padre era bastante pusilánime y él lo adoraba. Está también su hermano Alan, homosexual, que nunca pudo mostrarse tal como era. Su orientación sexual y la obligación de hacer invisible esa orientación provocó probablemente que terminara sus días en un centro psiquiátrico.
Algunas curiosidades biográficas: padeció durante muchos años euterofobia, que consiste en una propensión enfermiza a sonrojarse. También ha pasado muchas horas de su vida investigando sobre el "vicio inglés". El vicio inglés es un método de castigo aplicado secularmente en las escuelas inglesas que consiste en golpear con una vara flexible el trasero de los estudiantes (bien desnudo, bien cubierto con el pantalón).
Una fecha importante en su biografía es la del 11 de marzo de 1957, en una librería llamada Eason´s. Es el día en el que se produce su primer acercamiento a Federico García Lorca, a través de un ejemplar del "Romancero Gitano". A partir de entonces ha dedicado media media vida a investigar sobre la biografía del poeta granadino. Cuenta que la familia Lorca fue siempre muy atenta con él hasta el momento en el que escribió sobre la homosexualidad del poeta, momento en el que amenazaron con demandarle.