Sociedad | Actualidad

Primero el dinero, luego la cita: así funciona el mercado negro de citas para conseguir asilo en España

Pagar 60, 150, 200, 300 o 500 euros por "comprar" la primera cita para poder solicitar protección internacional en España. Grupos delictivos se han hecho con la puerta de acceso a la administración. Todos lo saben desde hace mucho tiempo, según denuncian organizaciones que trabajan en Madrid con refugiados que llegan escapando de la persecución o de la muerte en su país

Primero el dinero, luego la cita: así funciona el mercado negro de citas para conseguir asilo en España

Madrid

"Primero das la plata y luego te dan la cita: el día, la hora y la comisaría a la que tienes que ir. Si no pagas se la dan a otro, la lista es larga". Pero si pagas más, la tienes antes.

Joan pagó 200 euros en un locutorio, pero su nombre estaba en más de una lista. "El primero que me llamara se llevaba la plata". Pero la sorpresa se la llevó él, el día que fue a esa primera cita en una comisaría de Madrid. "El policía me preguntó cuánto me había costado. Cuando se lo dije me respondió: tenías que haber buscado en otra parte porque las venden más baratas". Fue el mismo policía al que pidió que cambiara su nombre por el de su pareja. "Ella está embarazada y no quiero que tenga problemas para las citas médicas". Lo hizo.

Blanca era policía en Venezuela, como su padre. Cuando le mataron decidió salir de allí. Vino a Madrid con su hijo y su pareja. Consiguieron una cita en tres días llamando a un número de teléfono que les había pasado, alguien que había hecho lo mismo antes. También pagó 200 euros por esa primera cita. En este caso, el nombre que aparecía era el de su pareja. Ella sigue esperando.

La Policía sabe que esto está pasando

Elena Muñoz, coordinadora de jurídico de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, CEAR, asegura que la policía conoce que existe este "mercado negro de citas" porque así se lo han comunicado las organizaciones como la suya que trabajan con refugiados o el propio Defensor del Pueblo, "pero las medidas que han puesto en marcha no ha conseguido terminar con él".

La puerta de entrada a la administración es esa primera cita. Con ella empieza todo el proceso porque es ahí cuando piden el Manifiesto de Voluntad de Protección Internacional, lo que se conoce como "tarjeta blanca de asilo". A partir de ahí, en una segunda cita se formaliza el proceso con el "resguardo de solicitud.

Pero no tener ese primer documento que les acredita como solicitantes de asilo les puede llevar a la expulsión del territorio porque estarían en situación irregular. Tampoco podrían acceder a ningún programa de ayuda dejándoles en una "situación de precariedad indefinida", explica.

En distintos bandos, en el mismo suelo

Joan y Blanca, los dos venezolanos, se han conocido en Madrid, pero fue cuando contaron a la Cadena Ser por lo que habían pasado, cuando se dieron cuenta de que en su país estaban en "distintos bandos". La reacción, en este caso, fue una amplia sonrisa. El primero trabajador de recursos humanos al que su enemistad con un alto funcionario del gobierno terminó en amenazas. Un tiroteo en la puerta de su casa fue más que suficiente para sacar a su familia de allí. Blanca lo hizo cuando su padre, policía como ella, fue asesinado después de detener a un grupo de sicarios.

El hecho de no estar casados dificulta también el trámite porque no puede ser conjunto. Sus parejas, que ya han iniciado su petición de asilo, esperan en un apartahotel en Madrid costeado por la administración, mientras se tramita su expediente. Ellos siguen durmiendo en el suelo de una parroquia, porque el dinero con el que llegaron se terminó.