Las familias se encaran con el alto cargo de Ayuso que firmó los 'protocolos de la vergüenza' en las residencias de Madrid: "Esta es mi madre, la matasteis vosotros"

«Es la mayor masacre en la historia democrática de este país», dice Mercedes. Su padre falleció en la residencia Adolfo Suárez, un centro público bajo el control de la Comunidad de Madrid, en los momentos más duros de la pandemia. «Esto no puede quedar impune», insiste. Esa es la esperanza de los familiares que se han reunido este jueves frente a los juzgados de Plaza de Castilla, donde declaraban esta mañana Carlos Mur, el alto cargo que firmó los protocolos de la vergüenza, y Alberto Reyero, exconsejero del Ejecutivo regional, que presentó su dimisión por esta medida adoptada durante el confinamiento. «Esta es mi madre. La matasteis vosotros, ¡Asesinos!», exclama otra mujer a Mur, tras su llegada a los juzgados. Esa es la sensación que tienen muchas familias después de perder a sus mayores durante los momentos más complicados de la pandemia por coronavirus. Concha perdió a su madre precisamente por aquellos meses de 2020. «Mi madre se llamaba Pepita. Esta es la última foto que tenemos, merendando el 8 de marzo», dice mientras señala una imagen. «Después de eso, no nos la dejaron ver más», recuerda. La historia de Concha es similar a la de muchos familiares de usuarios de estos centros: «Durante los primeros días no pudimos llamar a la residencia. Nos decían que estaba todo bien y apenas cogían el teléfono. Cuando lo hacían, insistían en que todo estaba bien», dice. Sin embargo, su madre acabó apartada tras contagiarse de COVID-19, apenas 15 días después del inicio del confinamiento. «Llamé a la residencia y una médica me dijo que bajaban a mi madre al sótano con otros más para su extinción. Me dijo que estaba con otras personas con las que ya no se podía hacer nada», rememora, emocionada. La lucha de Concha la llevó a acudir incluso a la puerta de la residencia donde se encontraba su madre, en Manoteras: «Traté de hacer de todo. Fui a la puerta de la residencia. Llamé varias veces. Llamé al Ramón y Cajal, les expliqué lo que pasaba y me dijeron que la aceptaban en el hospital. Llamé al director de la residencia para decirle que mi madre tenía que salir de ahí. El director me dijo que tenía órdenes de la Comunidad de Madrid y que de ahí no salía nadie. Llamé, insistí, hablé con una médico del hospital que me dijo que llamaría directamente a la residencia. Y cuando pude hablar con el director, me dijo que de ahí no salía si yo no llevaba la ambulancia». Concha recuerda que, tras conseguir que una ambulancia recogiera a su madre, estaba irreconocible: «Conseguí que una recogiera a mi madre. Cuando llegó, lo primero que preguntó es si teníamos algo de comer que tenía hambre. Había pedido como diez kilos y no habían pasado ni quince días. El que conducía la ambulancia me dijo que pensaba que se ahogaba por el camino. No le dieron oxígeno ni nada. Cuando los radiólogos me enseñaron las pruebas, me dijeron que estaba muy afectada. Falleció el 20 de abril. Después de que ingresaran a mi madre me quedé sin voz tres días de todo lo que grité y lloré para que la ayudaran» «Con todo lo que veíamos en televisión, yo quería morirme al saber lo que estaban haciendo con mi madre. Mi padre, de hecho, murió a los pocos meses de mi madre. Siempre se culpó lo que habían hecho con ella», recuerda Concha, emocionada. El exconsejero de Política Social ha comparecido ante los medios tras declarar ante la Justicia. Reyero ha asegurado que siempre estará «del lado de las víctimas» y ha remarcado que espera que se conozca la verdad de lo sucedido en las residencias de mayores durante la pandemia: «Creo que muchas veces las palabras y los hechos son diferentes. Creo que ha de hacerse justicia por quienes fallecieron y sus familiares. Yo siempre voy a estar con los familiares. Tenemos que estar con vosotros porque no merecéis el maltrato que os ha provocado la Comunidad de Madrid».

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Asociaciones y familiares esperan que las declaraciones ante la Justicia sirvan para "esclarecer la verdad" de lo sucedido en los centros de mayores durante la pandemia

Elena Jiménez

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