Madlyn: la inmobiliaria que está dirigiendo la gentrificación en Puerta del Ángel

En una de las salidas del mercado de Tirso de Molina, en Puerta del Ángel (distrito de Latina), hay una plaza que antes estaba frecuentada por personas en situación de calle y adicciones a drogas. Esa misma plaza, unos años después, está llena de terrazas, niños jugando y se ha convertido en uno de los lugares de Madrid en 'el que estar'. Han abierto gastrobares, pizzerías que imparten cursos y los alquileres en el barrio se han incrementado más un 60% desde 2014. Algunos de los vecinos comienzan a quejarse de que la transformación que está sufriendo el barrio les están dejando sin mercados o les están obligando a marcharse. Detrás de esta transformación está, en parte, una inmobiliaria llamada Madlyn.

La gentrificación es un proceso de transformación que se da en los barrios más humildes. Por diferentes motivos comienzan a llegar vecinos con mayor poder adquisitivo, eso empuja los precios hacia arriba, lo que acaba expulsando a los vecinos con menor capacidad económica. En ocasiones es un atractivo cultural, otras es una escena artística o festiva y en el caso de Puerta del Ángel está siendo la hostelería. El núcleo gentrificador es el mercado Tirso de Molina, donde la mitad de los puestos ya son bares. "Cuando yo llegué aquí, había 14 pescaderías, ahora quedamos dos" recuerda Antonio Lázaro, que lleva 35 años en el mercado vendiendo pescado y que ha vivido de cerca su transformación. "Este mercado ya no es mercado ni es nada" se lamenta Manuel, que sale del mercado con una barra de pan debajo del brazo.

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"Vas viendo que abren más bares y más restaurantes, pero a la vez, van cerrando tiendas y pequeños negocios, que es lo que los vecinos necesitamos" se lamenta Ana, con más de 50 años a sus espaldas viviendo en Puerta del Ángel. "Los precios se están volviendo privativos y llegará un momento que el barrio se lo queden los cuatro pijos que tienen dinero" protesta la vecina. Uno de los primeros signos de que un proceso de gentrificación está en marcha es el cambio en su tejido productivo, asegura Álvaro Ardura, arquitecto, urbanista y profesor en la Universidad Politécnica de Madrid: "el barrio pasa de tener una cafetería de toda la vida a ser una coctelería 'fashion' o la panadería pasa a ser lo mismo, pero en versión gourmet, lo que muestra un cambio en la población de un nivel adquisitivo a uno alto".

La gentrificación guiada por Madlyn

En los círculos de expertos se debate si los procesos de gentrificación son buenos o perjudiciales, incluso si son naturales o son guiados. En el caso de Puerta del Ángel está, en parte, provocado. "Hay una inmobiliaria que se publicita como Madlyn, de Madrid y 'lyn', de Brooklyn, que es una gestora que tiene un socio internacional, que genera la atracción de capitales, y un socio local, que es el que conoce el territorio en profundidad", asegura Ardura. La estrategia de la inmobiliaria es, no solo, adquirir pisos, sino comprar locales que después alquilan eligiendo muy bien qué negocio se establece. Cambiar el perfil de las tiendas es un atractivo para atraer vecinos con mayor poder adquisitivo. Hemos intentado contactar con la inmobiliaria, pero no hemos recibido respuesta.

Que la inmobiliaria elija Brooklyn para crear el juego de palabras, no es casual. Resignificar un barrio es fundamental para crear un nuevo ambiente. Barrios como Chueca y Malasaña pasaron de ser barrios en los que había mucha droga y prostitución a ser barrios-símbolo del colectivo LGTBI y de la movida madrileña. En el caso de Brooklyn, un barrio industrial neoyorquino en el que vivían, principalmente, obreros y migrantes, pasó a ser uno de los barrios de moda, expulsando a muchos de sus antiguos habitantes. Brooklyn queda al otro lado del East River, frente a Manhattan, uno de los barrios más exclusivos de Nueva York. Por eso se hace la comparación con Puerta del Ángel, que queda al otro lado del Manzanares y que frente a él se levantan el Palacio Real, la Almudena y el resto del centro de Madrid.

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El desbordamiento del centro supera al Manzanares

Pero no todo es provocado por Madlyn. Hay dos fenómenos, como apunta la arquitecta y urbanista Eva García, que han favorecido el proceso de gentrificación en Puerta del Ángel: el desbordamiento del centro y Madrid Río. El problema de la vivienda en el centro es ampliamente conocido. Por un lado, los precios excesivamente altos para muchos de los bolsillos madrileños y, por otro, la gran cantidad de pisos turísticos, están provocando que muchos madrileños tengan que abandonar esa frontera física y simbólica que es la M-30. "El fenómeno de la gentrificación y la turistificación ya ha saturado barrios como La Latina, Chueca, Malasaña, Lavapiés,... y es muy difícil conseguir alquileres asumibles por los salarios medios de una pareja trabajadora" asegura Eva García. Por eso, a los distritos del sur, como son Latina, Carabanchel, Usera y Villaverde, están llegando muchos antiguos vecinos de dentro de la M-30.

Y al desbordamiento del centro se suma la transformación que ha supuesto Madrid Río. "Antes toda esta fachada de Madrid era una de las peores zonas de la ciudad por los humos y los ruidos de la M-30" cuenta Eva García, pero ahora "toda la ribera del Manzanares se ha convertido en un lugar de cierta élite, viendo la cornisa de Madrid, con un Madrid Río ya consolidado, lo que ha hecho que se conviertan en un lugar de mucho deseo".

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Obligados a marcharse del Barrio

Todos esos procesos de cambios tienen consecuencias en los habitantes del barrio. Rubén Llamas tiene 26 años y lleva toda la vida en Puerta del Ángel, se lamenta de como ha cambiado la relación con sus vecinos: "Antes, en mi edificio, conocíamos a todos, pero ahora, los del bajo son Airbnb, otros son alquilados por temporadas, otros se los han quedado el banco y muchos de mis amigos se han tenido que marchar porque no han podido independizarse aquí en el barrio, no han podido pagarlo".

Esas consecuencias reales sobre las vidas de las personas es lo que motivó a Eva García a estudiar la gentrificación: "El problema es que con los años, estos procesos cada vez se están volviendo más rápidos y más intensos". Eva apunta a que "la aparición de los fondos de inversión, con mucho poder para incidir en la estructura del espacio urbano" estaría detrás de las nuevas formas que está adquiriendo el fenómeno. "Si estudiamos la gentrificación es porque es una dinámica urbana, un tanto perversa, que está deteriorando los espacios sociales, donde ya no se pueden radicar un proyecto de vida con tu familia", apunta la arquitecta.

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Algunos jóvenes que antes vivían en el barrio están teniendo que marcharse, asegura Michelle Huamán, vecina del barrio: "Nuestro amigos han tenido que irse de aquí a Leganés, a Getafe,.... porque no podían pagárselo". Se lamenta de que han tenido que dejar la cercanía de su familia y amigos para poder empezar a vivir por sus propios medios "para que otros puedan seguir ganando dinero". Una muestra de que los cambios en el barrio está generando algo que años atrás se hubiese dado por hecho: poder quedarse en el barrio en el que te criaste. Michelle Huamán asegura que solo desea no irse del barrio.