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Cae el Clan de Los Saavedra que presuntamente dirigía un supermercado de la droga en Cañada Real

Hay 24 detenidos,11 kilos de estupefaciente y 10 armas de fuego incautadas

Imagen de las incautaciones practicadas en este operación

Madrid

La Policía Nacional han desarticulado una organización criminal formada por un conocido clan familiar que regentaba el punto de venta más activo en la Cañada Real Galiana de Madrid, suministrando más de 500 dosis diarias.

En los nueve registros realizados en la capital madrileña y en las localidades de Alcalá de Henares y de Morata de Tajuña, se incautaron más de siete kilos de cocaína, casi dos de heroína y otros dos kilogramos de otras sustancias, 11 vehículos, más de 125.000 euros en efectivo, así como diez armas de fuego y casi 700 cartuchos.

Además, se ha detenido a 24 personas -diez mujeres y 14 hombres- que ocupaban diferentes peldaños en la estructura criminal, de los cuales once han ingresado en prisión. Todos ellos pasaron a disposición de la autoridad judicial como presuntos responsables de los delitos de pertenencia a organización criminal, tenencia ilícita de armas, depósito de armas y municiones y un delito contra la salud pública.

El punto de venta se encontraba totalmente bunquerizado con fuertes medidas de seguridad como un laberinto de puertas blindadas, rejas, puertas falsas tapiadas y vigilancia permanente funcionando las 24 horas al día, ha informado la Jefatura Superior de Policía en un comunicado.

La investigación arrancó en 2021 cuando los agentes tuvieron conocimiento de que podría existir una organización criminal que regentaba el tráfico de sustancias estupefacientes en la Cañada Real Galiana de Madrid, constatando la existencia de un punto de venta y consumo en una ubicación estratégica, lo que permitía un gran trasiego de personas las 24 horas al día durante los 365 días del año.

Durante las vigilancias, los investigadores comprobaron que dicho punto tenía unas fuertes medidas de seguridad contando con un laberinto de puertas blindadas que había que franquear hasta llegar al búnker donde guardaban el dinero y la droga.

Además, tenía rejas, puertas falsas y tapiadas, así como vigilancia durante el día y la noche para eludir y dificultar la acción policial. También existían estufas encendidas permanentemente para eliminar pruebas --dinero y sustancias estupefacientes-- en caso de una actuación policial en el lugar.

Avanzada la investigación, los agentes pudieron constatar que la organización tenía una estructura piramidal con una clara distribución de tareas. Así, en el exterior de la parcela se encontraban los aguadores encargados de alertar la presencia policial y acomodar a los clientes que acudían con sus vehículos al aparcamiento, mientras que en la puerta de la finca había otras personas para decidir si permitían la entrada o no de los consumidores o compradores.

De forma paralela, otros integrantes proporcionaban seguridad en el interior del inmueble que daba acceso a la sala donde se suministraba la droga, siendo éste el lugar más protegido y además aislado y sin contacto con el exterior.

La investigación también permitió descubrir que la zona interior era empleado para consumir, así como un aparcamiento habilitado donde permitían no solo dejar los vehículos sino facilitar el consumo en los mismos. El gran trasiego de compradores y consumidores era tal que los agentes pudieron constatar que el punto de venta suministraba más de 500 dosis diarias.

Tras finalizar las investigaciones, el pasado día 23 de marzo se llevó a cabo un operativo policial formado por más de 200 agentes de distintas unidades de la Policía Nacional realizando nueve entradas y registros de manera simultánea en distintos puntos de la Comunidad de Madrid.

Durante los mismos se pudo comprobar como el punto de venta de la Cañada Real funcionaba como un auténtico hipermercado de la droga con carteles anunciando los distintos productos que ofertaban a sus clientes. En el registro, los arrestados incendiaron la estancia para hacer desaparecer dinero y sustancia estupefaciente que pudieran vincularle con la actividad delictiva que estaban desarrollando.