Pepa Plana: “Decir que eres payasa es todavía como si fuera un insulto y es un honor”

Fuenlabrada

Pepa Plana cumple 25 años como payasa sobre los escenarios, teniendo en cuenta la fecha del estreno de su primer espectáculo, en 1998. A sus 57 años lleva a gala tener en su haber de premios y reconocimientos el Premio Nacional de Circo que el Ministerio de Cultura y Deporte le concedió el año pasado. Y esto es así porque el galardón le reconocía a Plana como “pionera en poner a la mujer en el foco de la creación circense y, concretamente, en el ámbito del payaso” y por innovar en el “lenguaje clownesco”.

Y es que ella lo tiene muy claro. Se siente orgullosa de su profesión, aunque reconoce que “decir que eres payasa es todavía como si fuera un insulto y es un honor”. Así lo ha contado en la entrevista concedida a SER Madrid donde asegura que “hay un gran desconocimiento” de la profesión, una profesión que por otro lado, ha sido tradicionalmente copada por hombres, aunque cada vez hay más mujeres que son payasas y con su buen hacer engrandecen ser clown.

Pero en sus inicios, Plana no lo tenía tan claro. En los orígenes de su formación renegaba de ser payasa, porque lo que quería era ser actriz dramática, sin embargo “la payasa que había en mi se iba cruzando, hasta que ganó. No elegí ser payasa, la payasa me eligió a mi”, nos cuenta.

Menos espacios escénicos para espectáculos de payasos

Cuando comenzó en esta profesión hace 25 años, no tenía referentes de otras mujeres clowns, aunque la primera vez que vio a una fue en un espectáculo donde actuaba “una payasa teatral para adultos que era suiza”. Entonces se dijo, “esto ese lo que a mi me gusta”.

Aunque reconoce que desde hace unos 20 años empieza a haber más payasos y payasas teatrales que ocupan las programaciones culturales, advierte de que los circuitos para programar estos espectáculos “son complicados” e incluso cree que “hay menos espacios escénicos”. Por eso, es una buena ocasión aprovechar su llegada este domingo 23 de abril al Teatro Tomás y Valiente de Fuenlabrada, para ver su nuevo espectáculo “Voces que no ves”.

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Plana no sólo tiene su propia compañía y ha creado numerosos espectáculos, sino que también ha apostado por iniciativas que fomenten la figura de la payasa, como el Festival Mundial de Payasas que en 2001 puso en marcha en Andorra. La iniciativa se celebraba cada dos años y estuvo realizándose durante cinco años, además de servir de ejemplo para otros que se hicieron en diferentes países.

Plana sigue con su carrera, disfrutando de lo que hace y recibiendo el reconocimiento a su trayectoria, porque cada distinción que le llega es “como un subidón, como una peinada de ego” y aunque veces la han llegado a decir de forma condescendiente, “ves tonta como no lo hacías tan mal”, lo cierto es que su figura es un referente para muchas mujeres que ven el arte de ser payasa.