Final Fantasy XVI, ruptura con la tradición en favor de la acción directa
Playstation 5 ha recibido en exclusiva la nueva entrega de la saga de rol japonés ya asentada en los combates de acción y cuya épica va a más
SER Jugones 9x39: Final Fantasy XVI, ruptura con la tradición en favor de la acción directa
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Fuenlabrada
La saga Final Fantasy es sinónimo de juegos de rol japoneses de calidad. Sus últimas entregas han ido virando poco a poco desde los combates por turnos hasta la acción más pura, en una evolución para muchos inevitable que va con los tiempos. Final Fantasy XVI (PS5) sigue esta línea mezclando -por fin- una historia de espada y brujería con enfrentamientos ágiles y, lo más importante, apunta a ser una de las mejores entregas de los últimos años dentro de esta franquicia pese a sus cambios de estilo.
Como cada Final Fantasy numerado, este nos trae una historia independiente y épica. Ahora llegamos al mundo de Valisthea, protegido por los Cristales Madre (fuentes de magia) pero que ahora se encuentra amenazado por una plaga cada vez más grande. Allí vamos a conocer a los Dominantes, humanos admirados capaces de controlar a las invocaciones conocidas como ‘eikons’, y a los Portadores, personas repudiadas por sus capacidades mágicas. El protagonista de nuestra historia es Clive Rosfield, un guerrero que debe proteger a su hermano pequeño para perpetuar el destino de su familia y sus poderes. Todo ello en mitad de una cruda guerra por el poder que recuerda por momentos a la oscuridad de Juego de Tronos y con alguna secuencia inspirada también en El Señor de los Anillos (esa lucha entre Ifrit y Fénix… ¿o el Balrog y Gandalf?).
Final Fantasy XVI suaviza los elementos RPG de definición y personalización de nuestro personaje y opta por el avance directo en muchos sentidos acercándose a juegos de estilo hack and slash como Devil May Cry. Solo manejamos a un personaje en combate (y a su ayudante perruno) y solo gestionamos su equipo, compuesto por arma, dos piezas de defensa y tres joyas con capacidades tácticas. Las subidas de nivel son automáticas y no podemos distribuir los puntos para especializarnos. La apuesta por la acción y la huida de los números y estadísticas es muy notable, y cuanto antes lo aceptemos más disfrutaremos del título.
Uno de los grandes debates alrededor de cada entrega de la franquicia reside en la existencia o no de un mundo abierto para recorrer. Ya podemos confirmar lo que avanzaron sus desarrolladores de Square Enix: la decimosexta no cuenta con mundo abierto, aunque sí con grandes zonas con secretos, tesoros y misiones secundarias como las de caza de monstruos. El mapa tiene diferentes ubicaciones pero para movernos entre ellas utilizaremos un viaje rápido, sin tránsito en tiempo real. Esto contribuye a que la historia también sea lineal y, a la vez, le suma intensidad. Y hablamos de una historia oscura y adulta como pocas, con diplomacia, intrigas palaciegas, personajes malhablados y algo de violencia explícita como nunca se ha visto en la saga Final Fantasy.
Como avanzábamos antes el combate es puramente de acción, sin lugar a los turnos o demasiada táctica. Tenemos una buena variedad de movimientos (ataques a corta, media y larga distancia con esquivas) y habilidades especiales adquiridas en función de las invocaciones que controlemos. Podemos variar entre tres eikons consiguiendo tres estilos de lucha. Además si queremos simplificarlo todo disponemos del modo ‘historia’ con combates ralentizados semiautomáticos. También podemos combatir con las propias invocaciones, con secuencias gráficamente espectaculares y donde tomamos partido con secuencias de botones. Conforman algunos de los momentos más exuberantes del juego, aunque en ocasiones se hacen demasiado largos.
Audiovisualmente Final Fantasy XVI es potentísimo y se beneficia claramente de no llevar en la mochila el mundo abierto y toda su carga. A nivel gráfico destaca tanto en los detalles como en la ambientación de los diferentes biomas de Valisthea, con grandes fortalezas, zonas boscosas y espacios más áridos. En todas ellas la iluminación es magnífica, y los combates llegan a abusar de los efectos de luz. Si hablamos de sonido encontramos una magnífica banda sonora orquestada con grandes coros que le aportan la magnificencia épica necesaria al contexto. Como curiosidad (y disfrute) hemos distinguido varias referencias melódicas a otras entregas. El juego está traducido al castellano, pero su doblaje solo en inglés, japonés y español latino, pero no en castellano.
Más actualidad
Hace unos días también aterrizaba Aliens: Dark Descent para consolas PS5/PS4, Xbox Series/One y PC. Se trata de un interesante juego de acción táctica en tiempo real en el que manejamos un escuadrón de marines para tratar de detener la amenaza alienígena que se cierne sobre el planeta Lethe. Podemos especializar a cada uno de los componentes de la unidad para desempeñar tareas de infiltración, vigilancia o asalto, y la muerte de cada uno de ellos es permanente. Por este motivo debemos ir con mucho cuidado al enfrentarnos a los xenomorfos y el resto de amenazas. Hasta aquí el SER Jugones de esta semana, pasadlo bien.