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Los forenses identifican a cuatro personas enterradas en el Valle de Cuelgamuros

El equipo trabaja para recuperar los restos de 133 personas que se encuentran en la cripta del Santo Sepulcro

Imagen de archivo del Valle de Cuelgamuros, en la Comunidad de Madrid, donde se han identificado los restos de 4 víctimas enterradas ahí / Ivan Vilches-Abades

Madrid

Los forenses que trabajan para recuperar los restos de 133 personas enterradas en el Valle de Cuelgamuros han identificado ya a cuatro individuos en la cripta del Santo Sepulcro. Se trata de cuatro republicanos que fueron fusilados por los golpistas en 1936 en la localidad abulense de Pajares de Adaja. Concretamente, los restos hallados pertenecen a Valerico Canales, Emilio Caro, Flora Labajos y Román González, asesinados por un grupo de Falangistas durante los primeros meses de Guerra Civil. Los familiares de los enterrados en Cuelgamuros serán recibidos por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática el próximo lunes, para que conozcan los detalles sobre los trabajos.

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El equipo forense que trata de rescatar los restos de alrededor de 130 víctimas trabaja en la Cripta del Santo Sepulcro ha tardado un mes en localizar e identificar a estas cuatro primeras personas. Los restos fueron encontrados en una caja, junto a los restos de otras víctimas, en el primer nivel de la cripta del Santo Sepulcro; abierta por primera vez desde 1956.

El valle de Cuelgamuros, ubicado en la localidad de San Lorenzo de El Escorial, alberga la mayor fosa común de España con alrededor de 34.000 restos mortales de ambos bandos de la Guerra Civil. En este lugar, hasta el pasado mes de abril, permanecían también enterrados los restos fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, que finalmente fueron trasladados al cementerio de San Isidro, en la capital. Durante el traslado de los restos del fundador de la Falange.

Las familias llevan años reclamando la exhumación de los restos

Las familias de las víctimas han pedido durante años la exhumación de los restos. Tras una sentencia firmada en 2016 que reconocía el derecho a recuperar los cadáveres de los hermanos Lapeña (fusilados en 1936 y enterrados en el mausoleo), las familias llevan años envueltas en complicaciones judiciales para obtener finalmente los restos de sus seres cercanos.

La Ley de Memoria Democrática también prevé la "resignificación" de este enclave para dar a conocer las "circunstancias de su construcción" y "el periodo histórico en el que se inserta", todo ello con la finalidad de "fortalecer los valores constitucionales y democráticos".