¿Cómo nació el mundo según los mayas?
La cultura maya es una de las culturas mesoamericanas más conocidas, de la que se piensa que surgió entre el 7000 y el 2000 a.C. tras el abandono de los cazadores y recolectores de las tribus la vida nómada
¿Cómo nació el mundo según los mayas?
Madrid
Son muchas las culturas que coexisten y han coexistido a lo largo de la historia de la humanidad. Algunas gozan de una gran popularidad, aunque, otras, situadas al otro lado del charco, también han podido ser reflejadas en el cine moderno. Un claro ejemplo es la maya, una de las culturas mesoamericanas más conocidas, de la que se piensa que surgió entre el 7000 y el 2000 a.C., tras el abandono de los cazadores y recolectores de las tribus la vida nómada.
Tras ese cambio de estilo de vida, estas poblaciones crearon asentamientos más permanentes. Análisis recientes sugieren que esos primeros pobladores procedían de Sudamérica y que, probablemente, desarrollaron su alimento básico, el maíz, hacia el año 4000 a.C., cuyo cultivo cambió radicalmente la trayectoria de esta civilización, impulsando la explosión de su sociedad y su cultura. De hecho, tienen un dios que lo ofrece.
En lo referente a su mitología y su forma de interpretar el mundo y su origen, es necesario señalar el Popol Vuh, una recopilación de leyendas y de la sabiduría del pueblo maya, incluyendo las creencias que explicaban los orígenes de la humanidad, con sus elementos míticos.
Por otro lado, si entramos en materia divina, se puede encontrar dioses y diosas de todo tipo, desde los más poderosos y con un control total de la Creación, hasta los regentes de las cosas más pequeñas. Entre todos ellos, se encuentran Hunab Ku, considerado el dios supremo de la cultura maya y de quien, se dice, nacen todas las cosas, ya que alberga todas las dualidades; e Itzamná, conocido como el dios del cielo, de la sabiduría, creador de las ciencias y el conocimiento, representado a veces como un anciano, otras como un animal.
Como sucede con todas las mitologías, al principio, sólo se puede hablar de deidades, ya que la tierra y las criaturas que la habitan aún no existían. Se decía que sólo existían el cielo y el mar; y que sólo había dos dioses, Tepeu y Gucumatz, quienes se pusieron de acuerdo para realizar la creación. El Corazón del Cielo, que se llamaba Huracán, llevaría a cabo los planes. Tepeu y Gucumatz pronunciaron la palabra “tierra” y enseguida nació. Después, salieron del agua las montañas y, de ella, nacieron los árboles. Más tarde, nacieron los animales de las montañas, vistos como guardianes de las selvas; y a cada uno le dieron su hogar, así como les dijeron que produjeran sus sonidos y les indicaron que adorasen a los dioses, pero sin concederles el don de la palabra.
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