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"Quedará una ciudad bonita para pasear, pero vacía": vecinos y comerciantes, desplazados por las viviendas turísticas en Madrid

Un estudio refleja que la llegada de Airbnb ha modificado el tejido productivo de los barrios y el tipo de negocios que sobreviven en zonas saturadas

Vecinos de un bloque de edificios cercano a Plaza Mayor denuncian la existencia de un piso turístico ilegal en su edificio / Getty Images

Madrid

Roberto Herrero presume, desde el interior de su pollería, de haber conocido el barrio madrileño de Malasaña cuando "era mala de verdad". Su negocio, iniciado por su abuelo en 1923, se encuentra en la calle Espíritu Santo; en pleno centro de Madrid. A pesar de haber nacido y crecido en esta zona, Roberto reconoce que de la vida vecinal cada vez queda menos: "Antes bajabas a la calle y saludabas a la gente. Te reconocían y tu sabías quién era vecino. ¿Ahora? Ahora es impensable. Cada vez quedan menos vecinos y se dedica más espacio a los turistas". El dueño de la pollería asegura que no es algo anecdótico: "Todos los días de madrugada, cuando entro en el local para comenzar a repartir, me encuentro con algún Uber o con gente con maletas. Turistas que van y vienen al aeropuerto. Luego, ya durante el día, la cosa sigue".

Inside Airbnb es una plataforma que emplea los datos de la aplicación homónima para reflejar la cantidad de pisos turísticos que hay en diferentes ciudades. Tan solo el distrito centro alberga alrededor de 10.200 viviendas de uso turístico (VUT), lo cual supone casi la mitad de las que recoge esta plataforma en toda la capital. Eso, reconoce Roberto, está poniendo en peligro los negocios como el suyo. "Muchas veces las viviendas, cuando se quedan vacías, acaban convirtiéndose en pisos turísticos. Se va un vecino, pero no entra otro: lo que entran son turistas que no compran en nuestras tiendas. Como mucho van a las grandes superficies, y muchas veces ni eso", asegura. En el caso de su negocio, la pérdida de vecinos se ha notado: "Antes vendíamos más, claro. Ahora, afortunadamente, tengo mucha hostelería como para seguir vendiendo. Pero, si dependiera de los clientes que vienen al local... nada, tendría que cerrar".

La historia de Roberto es la realidad que han vivido muchos negocios a lo largo de la capital, tal como señala un estudio publicado por la Cambridge Journal of Regions, y elaborado por el investigador de la Universidad Complutense de Madrid Alberto Hidalgo. El estudio analiza la evolución de Madrid entre 2014 y 2019 a través de un patrón: Airbnb. Tal como relata Hidalgo, allá donde más pisos turísticos de esta plataforma se han ofertado, más negocios han visto modificada su actividad. "Lo que vemos es que, donde antes había una panadería, una frutería o una peluquería es que, con la llegada de los pisos turísticos, estos negocios cierran y abren otros orientados al turista: como restaurantes o locales de comida rápida. El cambio es evidente y eso, en muchos casos, obliga a los vecinos a marcharse de sus barrios porque no pueden satisfacer sus necesidades básicas de forma sencilla", dice.

El centro es, reconoce Hidalgo, una de las zonas más complicadas. "Si se hiciera una redistribución mayor de los pisos o zonas turísticas en Madrid, se conseguiría un equilibrio mayor entre los modelos de ciudad: la orientada al turista y la orientada al vecino", dice. Pero el centro de la capital y —cada vez más— zonas cercanas, están ya saturadas. Álvaro Ardura, profesor de la Escuela Técnica de Arquitectura de Madrid habla del efecto mancha de aceite: "Al final muchos turistas se encuentran con que zonas cercanas al centro son más económicas y, además, baratas. Zonas desde las que tan solo tardas 15 o 20 minutos en transporte público en llegar al centro y, además, son zonas más baratas". Ardura insiste en que ya hay lugares en la capital como Vallecas donde se está empezando a ver este efecto.

Otra de esas zonas es la de Retiro. Los jardines que dan nombre a este distrito de Madrid son uno de los principales atractivos turísticos de la capital y eso, dice Esther, hace que el barrio esté cambiando. De hecho, ella y su socia se vieron obligadas a cerrar su negocio, una tienda a de productos a granel (El Colmado de Baranda) hace tan solo unos meses, en mayo. "Lo que nos ocurrió, especialmente tras la pandemia, es que dejaban de venir vecinos. Lo entiendo: mucha gente se fue después de pasarse el confinamiento encerrados en pisos. Pero, por los vecinos que se van, se abren pisos turísticos", dice. De hecho, en la manzana en que se ubicaba su tienda se encuentran actualmente 15 VUTs. "Se nos olvida que muchas veces las tiendas de toda la vida son las que construyen redes de apoyo y seguridad vecinal: yo misma hablaba muchas mañanas con vecinos que me decían que era su primera —y, a veces— única conversación diaria", insiste. A pesar de que la zona de Retiro apenas cuenta con 842 VUT (un 3,6% de las que hay en la capital), Esther recalca que "probablemente no aparecen todas" y señala que hay "muchas de las que no se tiene conocimiento, ilegales".

Esto es algo en lo que también incide Saturnino Vera, presidente de la Asociación de Vecinos del centro de Madrid. "Aquí la normativa dice que los pisos turísticos tienen que tener un acceso independiente y estar en el bajo o primero. ¿Cuántos cumplen con ello?" dice. Vera, que recuerda la cantidad de negocios que proliferaban antaño en las calles del centro, señala que ahora son precisamente las viviendas turísticas las que ocupan esos locales. "Muchas de ellas, además, no tienen condiciones adecuadas para ejercer de vivienda. Aunque vengas a pasar unos días tan solo, ¿Qué cara crees que se le queda al turista cuando ve que el apartamento que ha alquilado es un sótano sin luz natural? De Madrid al cielo, dicen; pues, en este caso, al suelo".

Vera recalca que la proliferación de pisos turísticos en Madrid es notable, y más en el centro de la capital: "Hay más maletas que carritos de la compra. Solo hace falta darse un paseo. Lo triste es que, mientras esto siga así, seguirán abriendo pisos turísticos y cerrando negocios de toda la vida. Tendremos una ciudad preciosa para pasear, desde luego, pero, a este paso, se va a quedar completamente vacía".

Agustín Rodríguez-Sahagún

Graduado en Derecho por la Universidad Pontificia...