"La situación de sinhogarismo afecta directamente a la salud de las personas, la calle mata": viviendas para la recuperación de personas enfermas
Se calcula que en la Comunidad de Madrid, según la última encuesta del INE, más de cuatro mil personas viven en la calle. Una cifra, que según fundaciones como Hogar Sí, se queda corta porque el informe solo recoge los datos de aquellos que acuden a centros de atención y no de los que viven de manera permanente sin un techo
"La calle mata": viviendas para la recuperación de personas sin techo y enfermas
03:35
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1692455568368/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Madrid
La fundación, financiada por la Comunidad de Madrid, ofrece viviendas para la recuperación de la salud de gente en situación de sinhogarismo. Atienden a personas a las que les han dado un alta hospitalaria y se encuentran en un periodo de convalecencia médica, o bien que sufren una enfermedad grave, crónica o en fase terminal y necesitan cuidados sanitarios específicos no hospitalarios. Les ofrecen, además, un recurso habitacional estable para que puedan acceder a tratamientos médicos.
Según los datos que manejan, el 40% de la gente sin hogar lleva tres años en esta situación, un dato que refleja la cronificación del problema. Actualmente, 'Hogar Sí' tiene capacidad para atender a 60 personas que se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad. Los usuarios llegan derivados de los hospitales, servicios de emergencia o centros sociales y encuentran en unos adosados de Las Tablas el espacio para su mejora.
Patricia Gómez, directora de soluciones a la salud de Hogar Sí
04:00
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1692454179596/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Hombres y mujeres que no tienen recursos y que, además, se enfrentan a un proceso de recuperación de la salud. En otros casos, incluso, las viviendas se convierten en un lugar donde pasar los últimos días de vida. "Se necesita un hogar para acompañarle", asegura Victoria Cantos, coordinadora del Espacio Salud de Madrid, "muchas veces se terminará derivando a hospitales paliativos preparados, sobre todo si el proceso necesita atención clínica, pero si se puede manejar desde cualquier domicilio, con apoyo, este podría ser el lugar donde terminase falleciendo la persona".
Patricia Gómez, directora de soluciones a la salud de Hogar Sí asegura las personas que viven en la calle tienen una esperanza de vida de treinta años menos que el resto de personas con una situación normalizada y "mueren por enfermedades que son prevenibles y tratables". Para ella, "La situación de sinhogarismo afecta directamente a la salud de as personas, la calle mata" y confirma que se trata de un problema estructural.
Reinserción social y laboral
La labor de los trabajadores del centro, entre auxiliares, enfermeros, psicólogos o terapeutas, se centra primero en la recuperación del estado de salud, pero también en la autonomía de los pacientes para continuar con su reinserción social y laboral. "Pasan por aquí personas que vuelven a vincular con sus familiares después de muchos años de estar alejados. Al recuperar el empleo ya pueden acceder a una vivienda, a un alquiler y recuperan así la autoestima, la dignidad y la fortaleza".
Es el caso de Jasmine, de 52 años, que tras padecer un cáncer volvió a trabajar, hasta que recayó en la enfermedad. "Yo trabajaba cuidando personas mayores en una casa de interna", recuerda, "cuando me diagnosticaron y tuve que entrar en cirugía encontré por medio de la asociación del cáncer este sitio. Ahora a ver si nos podemos recuperar pronto para volver a trabajar". También el de Vicente, un madrileño de 60 años. Llevaba trabajando desde muy pequeño, pero una serie de circunstancias, entre ellas una enfermedad, le llevaron a necesitar un recurso como este. "Tenía una vida totalmente normal, como cualquier otro, pero empecé a ponerme malo, me diagnosticaron una enfermedad, me vino un embargo, fue un cúmulo de cosas y de estar viviendo en un piso compartido me vi prácticamente en la calle", afirma. Ahora, casi recuperado, ha encontrado un empleo y su salida está muy próxima.
"La sensación de vulnerabilidad une mucho"
Los profesionales del centro les acompañan las 24 horas del día, durante todo el proceso, un periodo que de media suele durar entre 9 y 12 meses. Tiempo de sobra para crear una red de apoyo entre todos. Para Victoria, algo que une mucho a los usuarios es la sensación de vulnerabilidad cuando alguien está enfermo: "Tú siempre sabes cuando le ocurre algo a tu compañero de habitación, se comparte todo, una cita medica, las buenas y malas noticias. Se trata de apoyar y entender quién tiene un mal día, quién necesita silencio". Y añade: "La sensación que tenemos es que esto tiene más protagonismo que el origen, la edad o el género". Según Patricia Gómez, "el 70% de las persona que han estado en el centro salen del mismo de una forma autónoma o muy mejorada respecto a su entrada, con acceso al empleo, a la vivienda o con buenas prestaciones económicas". El objetivo de Hogar sí es que sea un espacio de paso, pero también un recurso seguro donde las personas puedan sentirse cuidadas y bajo techo en unas viviendas adaptadas a todas sus necesidades hasta que estén preparados para vivir de forma independiente y autónoma.
Lydia Payo
Redactora de informativos y de la parte digital de Radio Madrid. Presentadora del Podcast 'Todo es Empezar'...