Nuevos focos de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica en ganadería de Torrelaguna y El Escorial
También se ha detectado un foco en animales silvestres de una enfermedad que no se transmite al ser humano ni a la cadena alimentaria
Ciervo afectado por Enfermedad Hemorrágica Epizoótica. / cadena
Torrelaguna
La Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior ha confirmado dos fallecimientos y dos nuevos focos en bovinos de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica, además de un foco en animales silvestres. Los nuevos focos se encuentran en las delegaciones comarcales de agricultura de Torrelaguna y de El Escorial, según informa Europa Press, y se está desarrollando un contacto permanente entre la Comunidad de Madrid, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, veterinarios y ganaderos, para informar de la situación.
En la región madrileña hay 1.554 explotaciones bovinas, con cerca de 100.000 animales censados. Por ahora, solo en 56 explotaciones se han detectado 76 animales con sintomatología compatible con esta enfermedad, de los que el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete ha confirmado 34. Estos datos representan un bajo porcentaje de la cabaña total madrileña.
El presidente de UGAMA, Alfredo Berrocal, ha recordado que hay preocupación entre los ganaderos madrileños, por eso es importante que tengan toda la información y la formación necesaria sobre la enfermedad EHE, que conozcan a lo que se enfrentan y que medidas se pueden tomar para prevenirla. A finales del mes de julio ya se desarrolló una jornada en Colmenar Viejo dirigida a los profesionales del sector, veterinarios y asociaciones de ganaderos, en la que se reclamaron mayor inversión en investigación y desarrollo de vacunas, ya que no se ha autorizado ninguna en la Unión Europea.
La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) es una enfermedad vírica infecciosa que se transmite a través de los insectos y que afecta a rumiantes domésticos, pero también a silvestres como ciervos, gamos o corzos. Se presenta como asintomática, leve o moderada en la mayoría de los casos.
Desde la Comunidad de Madrid se ha insistido en que no se transmite entre animales rumiantes domésticos y que no hay transmisión al ser humano ni a la cadena alimentaria.
