Salud Pública recomienda la vacunación conjunta contra gripe y la COVID a mayores, niños, enfermos crónicos y mujeres embarazadas

Madrid

Salud Pública recomienda la vacunación conjunta contra la gripe y la COVID a mayores, niños, enfermos crónicos y mujeres embarazadas. Se pasa de una recomendación general, a una más específica, dentro de la población diana, a pesar del aumento de la incidencia de la COVID. Esa recomendación figura en el documento que hoy van a aprobar las autoridades sanitarias y al que ha tenido acceso la SER.

La recomendación de vacunarse a la vez de gripe y COVID es solo para los grupos diana, pero aún así abarca a mucha población. El documento destaca el repunte de este verano sobre la incidencia del COVID, pero sin impacto grave en los contagios. Las hospitalizaciones se están produciendo fundamentalmente en los mayores de 80 años. La campaña de vacunación se iniciará en la última semana de septiembre y primera quincena de octubre. El objetivo es alcanzar el 75 por ciento de cobertura en mayores y personal sanitario o de las residencias y el 60 por ciento en embarazadas y personas con condiciones de riesgo. Es la primera reunión de la Comisión de Salud Pública con el nuevo mapa de poder autonómico y con la importante mayoría del PP en las CCAA que gobierna en algunas con antivacunas de la ultraderecha de VOX.

El 12 de septiembre está marcado por la agenda política del ministro de Sanidad en funciones, José Miñones, que asistirá a la reunión de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) en la sede del Ministerio.

Recomendaciones

Anualmente, se establecen las recomendaciones de vacunación frente a la gripe en otoño-invierno, en aquellos grupos de población con mayor riesgo de complicaciones en caso de padecer la infección y en las personas que pueden transmitir la enfermedad a otras que tienen un alto riesgo de complicaciones. Desde la temporada 2021-2022, la vacunación frente a gripe ha coincidido con la vacunación frente a COVID-19.

Teniendo en cuenta que la efectividad por vacunación y/o por infección previa desciende a lo largo del tiempo, y que los virus respiratorios suelen circular más, y causar patología durante el otoño y el invierno, se realizan distintas recomendaciones para la próxima temporada 2023-2024.

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Entre ellas, se aclara que será posible aprovechar cualquier visita al centro sanitario, o contacto con los servicios de prevención de riesgos laborales, para valorar el estado de vacunación y, si es factible, completarla, siguiendo las recomendaciones acordadas en el calendario común de vacunación a lo largo de toda la vida, en función de los antecedentes de vacunación, la edad y la actividad laboral y las conductas y prácticas de riesgo.

El objetivo de la vacunación frente a COVID-19 es reforzar la protección de las personas más vulnerables y del personal sanitario y sociosanitario para reducir la morbimortalidad por el virus SARS-CoV-2 y el impacto de esta enfermedad sobre la capacidad de la atención sanitaria y sociosanitaria. Teniendo en cuenta la situación epidemiológica actual de COVID-19, se recomienda la vacunación durante la temporada de otoño-invierno (2023-2024) a los grupos de población diana.

Agenda de vacunación

Por el mayor riesgo de complicaciones o cuadros graves en caso de padecer estas infecciones, las personas de 60 años o más deberán administrarse la vacunación frente a la gripe y COVID-19. A ellos hay que añadir las personas de 5 años, o más, internas en centros de discapacidad y todas las residencias de mayores, así como otras personas institucionalizadas de manera prolongada y residentes en instituciones cerradas.

Embarazadas en cualquier trimestre de gestación y mujeres durante el puerperio (hasta los 6 meses tras el parto y que no se hayan vacunado durante el embarazo).

Y como prevención de impacto y mantenimiento de servicios críticos y esenciales a la comunidad. Se hará énfasis en aquellos subgrupos que trabajen en servicios públicos esenciales: Fuerzas Armadas, bomberos y servicios de protección civil.

Esta vacunación se realiza como consecuencia de una decisión de la autoridad sanitaria en materia de salud pública, por un riesgo epidemiológico y en aras de preservar la salud colectiva y la de las personas con mayor riesgo de desarrollar complicaciones por estas enfermedades, por lo que no requieren diagnóstico ni prescripción previa.