La desesperación de agricultores de Bustarviejo: “El granizo del lunes ha destrozado el trabajo de todo un año”
Cinco jóvenes agricultores de pequeñas explotaciones agrícolas de esta localidad de la sierra norte de Madrid han visto como la fuerte tormenta de la madrugada del lunes les ha dejado sin nada y sin expectativas de recuperación
Pablo Vargas, joven agricultor de Bustarviejo, cuenta como el granizo caido el pasado lunes les ha destrozado a los agricultores de la zona el trabajo de un año.
Bustarviejo
Pablo y Lidia apostaron hace tres años por cambiar de vida y marcharse a Bustarviejo para dedicarse con 25 años a la agricultura. Desde entonces han cultivado media hectárea de terreno con una huerta variada “de producción local y de temporada”, cuyos productos venden a amigos, familia y a clientes que tienen en el pueblo y localidades vecinas. Tomates, lechugas, acelgas, judías verdes, calabaza, patatas…, entre otras cosas, es lo que da la huerta según temporada.
Sin embargo, en la madrugada de este lunes, la fuerte tormenta de granizo les ha arruinado “el trabajo de todo un año”, además de los ánimos y las fuerzas para continuar, cuenta Pablo en una entrevista en SER Madrid Norte.
Este joven agricultor quiere denunciar así la indefensión y el abandono en el que se ven las pequeñas explotaciones agrícolas. “No tenemos seguros agrarios porque nos costaría más el seguro que la indemnización que nos pudieran dar”. No sabe cuál es la solución, pero lo que está claro es que si se quiere que la gente joven apueste por el sector primario e incluso por la llamada España vaciada, algo habría que hacer. Él, de momento, no tiene muchas esperanzas.
Cinco pequeñas explotaciones agrarias de Bustarviejo regentadas por jóvenes agricultores de entre 20 y 40 años, han sufrido los rigores del temporal y ven peligrar su forma de vida, aunque Pablo asegura que como ellos habrá en la sierra norte al menos un total de 10 casos.
Pablo y Lidia también son apicultores y han creado su propia firma ‘Abejas hortelanas´. Afirma que “a las colmenas no les ha pasado nada” y de momento, sólo les queda un hilo de esperanza para volver a empezar.